MARCOS 14:3-9
MARCOS 14:3-9 La Palabra (versión española) (BLP)
Estaba Jesús en Betania, en casa de un tal Simón, a quien llamaban el leproso. Mientras se hallaba sentado a la mesa, llegó una mujer que llevaba en un frasco de alabastro un perfume de nardo auténtico y muy valioso. Rompió el frasco y vertió el perfume sobre la cabeza de Jesús. Molestos por ello, algunos comentaban entre sí: «¿A qué viene tal derroche de perfume? Podía haberse vendido este perfume por más de trescientos denarios y haber entregado el importe a los pobres». Así que murmuraban contra aquella mujer. Pero Jesús les dijo: —Dejadla. ¿Por qué la molestáis? Lo que ha hecho conmigo es bueno. A los pobres los tendréis siempre entre vosotros y podréis hacerles todo el bien que queráis; pero a mí no me tendréis siempre. Ha hecho lo que estaba en su mano preparando por anticipado mi cuerpo para el entierro. Os aseguro que, en cualquier lugar del mundo donde se anuncie el evangelio, se recordará también a esta mujer y lo que hizo.
MARCOS 14:3-9 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
En Betania, mientras estaba él sentado a la mesa en casa de Simón, llamado el Leproso, llegó una mujer con un frasco de alabastro lleno de un perfume muy costoso, hecho de nardo puro. Rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús. Algunos de los presentes comentaban indignados: ―¿Para qué este desperdicio de perfume? Podía haberse vendido por muchísimo dinero para dárselo a los pobres. Y la reprendían con severidad. ―Dejadla en paz —dijo Jesús—. ¿Por qué la molestáis? Ella ha hecho una obra buena conmigo. A los pobres siempre los tendréis con vosotros, y podréis ayudarlos cuando queráis; pero a mí no me vais a tener siempre. Ella hizo lo que pudo. Ungió mi cuerpo de antemano, preparándolo para la sepultura. Os aseguro que en cualquier parte del mundo donde se predique el evangelio, se contará también, en memoria de esta mujer, lo que ella hizo.
MARCOS 14:3-9 Reina Valera 2020 (RV2020)
Estando él en Betania, sentado a la mesa en casa de Simón el leproso, vino una mujer con un vaso de alabastro que contenía perfume de nardo puro de mucho valor y quebrando el vaso lo derramó sobre la cabeza de Jesús. Hubo algunos que se enojaron dentro de sí y dijeron: —¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume? Podía haberse vendido por el equivalente al jornal de todo un año y habérselos dado a los pobres. Y murmuraban contra ella. Pero Jesús dijo: —Dejadla, ¿por qué la molestáis? Buena obra me ha hecho. Siempre tendréis a los pobres con vosotros y cuando queráis les podréis hacer bien; mas a mí no siempre me tendréis. Esta mujer ha hecho lo que podía, porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. Os aseguro con certeza que en cualquier parte del mundo donde se predique este evangelio se recordará también a esta mujer y lo que hizo.
MARCOS 14:3-9 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Había ido Jesús a Betania, a casa de Simón, a quien llamaban el leproso. Y mientras estaba sentado a la mesa, llegó una mujer con un frasco de alabastro lleno de un rico perfume de nardo puro, de mucho valor. Rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús. Algunos de los presentes, indignados, se decían unos a otros: –¿Por qué se desperdicia este perfume? Podía haberse vendido por más de trescientos denarios, para ayudar a los pobres. Y criticaban a la mujer. Pero Jesús dijo: –Dejadla. ¿Por qué la molestáis? Lo que ha hecho conmigo es bueno, pues a los pobres siempre los tendréis entre vosotros y podréis hacerles bien cuando queráis, pero a mí no siempre me tendréis. Esta mujer ha hecho lo que ha podido: ha perfumado de antemano mi cuerpo para mi entierro. Os aseguro que en cualquier lugar del mundo donde se anuncie el evangelio, se hablará también de lo que ha hecho este mujer, y así será recordada.