MARCOS 9:20-29
MARCOS 9:20-29 La Palabra (versión española) (BLP)
Se lo llevaron; y cuando el espíritu vio a Jesús, enseguida se puso a zarandear con violencia al muchacho, que cayó al suelo revolcándose y echando espuma por la boca. Jesús preguntó al padre: —¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto? Le contestó: —Desde niño. Muchas veces ese espíritu lo arroja al fuego o al agua para matarlo. Si puedes, ten compasión de nosotros y ayúdanos. Jesús le contestó: —¡Cómo «si puedes»! Para el que tiene fe, todo es posible. Entonces el padre del muchacho exclamó: —¡Yo tengo fe, pero ayúdame a tener más! Jesús, al ver que se aglomeraba la gente, increpó al espíritu impuro, diciéndole: —¡Espíritu mudo y sordo, te ordeno que salgas de él y que no vuelvas a entrar en él jamás! El espíritu, gritando y haciendo que el muchacho se retorciera con violencia, salió de él dejándolo como muerto, de manera que, en efecto, todos los presentes lo consideraban muerto. Pero Jesús lo tomó de la mano y lo levantó, y el muchacho quedó en pie. Más tarde, cuando los discípulos entraron en casa, preguntaron aparte a Jesús: —¿Por qué nosotros no pudimos expulsar ese demonio? Jesús les contestó: —Este es un género de demonio que nadie puede expulsar si no es por medio de la oración.
MARCOS 9:20-29 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Entonces llevaron al muchacho ante Jesús. Pero en cuanto el espíritu vio a Jesús, hizo que le diera un ataque al muchacho, que cayó al suelo revolcándose y echando espuma por la boca. Jesús preguntó al padre: –¿Desde cuándo le pasa esto? –Desde niño –contestó el padre–. Y muchas veces ese espíritu lo ha arrojado al fuego y al agua, para matarlo. Así que, si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos. Jesús le dijo: –¿Cómo que ‘si puedes’? ¡Para el que cree, todo es posible! Entonces el padre del muchacho gritó: –Yo creo. ¡Ayúdame a creer más! Al ver Jesús que se estaba reuniendo mucha gente, reprendió al espíritu impuro diciéndole: –Espíritu mudo y sordo, te ordeno que salgas de este muchacho y no vuelvas a entrar en él. El espíritu gritó e hizo que al muchacho le diera otro ataque. Luego salió de él dejándolo como muerto, de modo que muchos decían que, en efecto, estaba muerto. Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó; y el muchacho se puso en pie. Luego Jesús entró en una casa, y sus discípulos le preguntaron aparte: –¿Por qué nosotros no pudimos expulsar ese espíritu? Jesús les contestó: –A esta clase de demonios solamente se la puede expulsar por medio de la oración.
MARCOS 9:20-29 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Así que se lo llevaron. Tan pronto como vio a Jesús, el espíritu sacudió de tal modo al muchacho que este cayó al suelo y comenzó a revolcarse echando espumarajos. ―¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto? —le preguntó Jesús al padre. ―Desde que era niño —contestó—. Muchas veces lo ha echado al fuego y al agua para matarlo. Si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos. ―¿Cómo que si puedo? Para el que cree, todo es posible. ―¡Sí creo! —exclamó de inmediato el padre del muchacho—. ¡Ayúdame en mi poca fe! Al ver Jesús que se agolpaba mucha gente, reprendió al espíritu maligno. ―Espíritu sordo y mudo —dijo—, te mando que salgas y que jamás vuelvas a entrar en él. El espíritu, dando un alarido y sacudiendo violentamente al muchacho, salió de él. Este quedó como muerto, tanto que muchos decían: «Se ha muerto». Pero Jesús lo tomó de la mano y lo levantó, y el muchacho se puso de pie. Cuando Jesús entró en casa, sus discípulos le preguntaron en privado: ―¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo? ―Esta clase de demonios solo puede ser expulsada a fuerza de oración —respondió Jesús.