NEHEMÍAS 10:30-39
NEHEMÍAS 10:30-39 La Palabra (versión española) (BLP)
se adhirieron a sus parientes y a sus jefes comprometiéndose con solemne juramento a caminar en la ley de Dios que fue dada a través de Moisés, siervo de Dios, y que mandaba guardar y cumplir todos los mandamientos del Señor, nuestro Dios, sus ordenanzas y estatutos. Un compromiso de no casar nuestras hijas con gentes paganas, ni casar nuestros hijos con sus hijas, así como de no comprarles nada, ni cereales ni otras mercancías, si lo traían a vender en sábado o en otro día sagrado; un compromiso de no cultivar la tierra y de perdonar todas las deudas el séptimo año. Nos impusimos, además como norma, dar cada año la tercera parte de un siclo para el servicio del Templo de nuestro Dios, con destino a los panes presentados, a la ofrenda y al holocausto perpetuos, a los sacrificios de los sábados, de los novilunios y de otras festividades; y también para otras ofrendas sagradas, para los sacrificios de expiación de todo el pueblo y para cualquier obra del Templo de nuestro Dios. Los sacerdotes, los levitas y el pueblo echamos también a suertes para ver a qué familias correspondía traer cada año al Templo de nuestro Dios, por turno y en el tiempo determinado, la ofrenda de leña para quemarla sobre el altar del Señor, nuestro Dios, como está escrito en la ley. Nos comprometimos asimismo a presentar cada año en el Templo de nuestro Dios los primeros frutos de la tierra y de cualquier clase de árbol, así como los primogénitos de nuestros hijos y de nuestro ganado, tal como está escrito en la ley. Los primogénitos de nuestras vacas y ovejas los traeríamos al Templo de nuestro Dios para los sacerdotes que ofician en el mismo. También nos comprometimos a traer a los almacenes del Templo de nuestro Dios, y con destino a los sacerdotes, lo mejor de nuestra harina, de nuestras contribuciones, de los frutos de cualquier clase de árbol, del vino y del aceite. A los levitas les entregaremos el diezmo del fruto que produzca nuestra tierra; ellos mismos lo recogerán en todas las poblaciones donde trabajamos. Cuando los levitas reciban el diezmo, estará presente un sacerdote, descendiente de Aarón, y los levitas llevarán la décima parte del diezmo al Templo de nuestro Dios, a los almacenes de la casa del tesoro.
NEHEMÍAS 10:30-39 Reina Valera 2020 (RV2020)
Y que no daríamos nuestras hijas a los pueblos de la tierra, ni tomaríamos sus hijas para nuestros hijos. Asimismo, que si los pueblos de la tierra vinieran a vender mercaderías y comestibles en sábado, nada tomaríamos de ellos en ese día ni en otro día santificado; y que el año séptimo dejaríamos descansar la tierra y perdonaríamos toda deuda. Nos impusimos, además, la obligación de contribuir cada año con cuatro gramos de plata para la obra de la casa de nuestro Dios; para el pan de la proposición y para la ofrenda continua, para el holocausto continuo, los sábados, las nuevas lunas, las festividades, y para las cosas santificadas y los sacrificios de expiación por el pecado de Israel, y para todo el servicio de la casa de nuestro Dios. Echamos también suertes los sacerdotes, los levitas y el pueblo, acerca de la ofrenda de la leña, para traerla a la casa de nuestro Dios, según las familias de nuestros padres, en los tiempos determinados cada año, para quemar sobre el altar del Señor, nuestro Dios, como está escrito en la ley. Y que cada año llevaríamos a la casa del Señor las primicias de nuestra tierra y las primicias del fruto de todo árbol. Asimismo, los primogénitos de nuestros hijos y de nuestros ganados, como está escrito en la ley; y que traeríamos los primogénitos de nuestras vacas y de nuestras ovejas a la casa de nuestro Dios, a los sacerdotes que ministran en la casa de nuestro Dios. También acordamos llevar las primicias de nuestras masas, de nuestras ofrendas, del fruto de todo árbol, del vino y del aceite, para los sacerdotes, a los depósitos de la casa de nuestro Dios, y el diezmo de nuestra tierra para los levitas; y que los levitas recibirían la décima parte de nuestras labores en todas las ciudades. Un sacerdote, hijo de Aarón, estaría con los levitas cuando estos recibieran el diezmo; y que los levitas llevarían el diezmo del diezmo a la casa de nuestro Dios, a los depósitos de la casa del tesoro. Porque a los depósitos del tesoro han de llevar los hijos de Israel y los hijos de Leví la ofrenda del grano, del vino y del aceite; y allí estarán los utensilios del santuario, los sacerdotes que ministran, los porteros y los cantores. Y prometimos no abandonar la casa de nuestro Dios.
NEHEMÍAS 10:30-39 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Por lo tanto, no daríamos en casamiento nuestras hijas a las gentes del país ni aceptaríamos que sus hijas se casaran con nuestros hijos. Y cuando las gentes del país vinieran en sábado a vender sus productos y toda clase de granos, no les compraríamos nada, ni en sábado ni en ningún otro día festivo; así mismo, en el séptimo año renunciaríamos a las cosechas y perdonaríamos las deudas. También decidimos imponernos la obligación de contribuir cada año con cuatro gramos de plata para cubrir los gastos del servicio del templo de nuestro Dios: para el pan de la Presencia, las ofrendas diarias de cereales, los holocaustos diarios, los sacrificios de los sábados o de los días de luna nueva y de las otras fiestas religiosas; para las ofrendas en general y los sacrificios para obtener el perdón por los pecados de Israel; en resumen, para todo el culto en el templo de nuestro Dios. Además, los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo, según nuestras familias, echamos suertes para llevar cada año al templo de nuestro Dios la provisión de leña en el tiempo señalado, para quemarla en el altar del Señor nuestro Dios, como está escrito en la ley. También acordamos llevar cada año al templo del Señor los primeros frutos de nuestros campos y de todos los árboles frutales; y también llevar al templo de nuestro Dios a nuestros primogénitos y las primeras crías de nuestras vacas y de nuestras ovejas, como está escrito en la ley, ante los sacerdotes que sirven en el templo. También acordamos llevar a los almacenes del templo de nuestro Dios, como contribución para los sacerdotes, nuestra primera harina y los primeros frutos de cada árbol, y nuestro primer vino y nuestro primer aceite, y llevar a los levitas la décima parte de nuestras cosechas, ya que son ellos los que recogen la décima parte en todas nuestras fincas. Cuando los levitas vayan a recoger la décima parte, los acompañará un sacerdote descendiente de Aarón. Luego los levitas deberán llevar a los almacenes del templo de nuestro Dios la décima parte de la décima parte que ellos recojan, pues los israelitas y los levitas llevan las contribuciones de trigo, vino y aceite a los almacenes donde están los utensilios sagrados y los sacerdotes en servicio, los porteros y los cantores. Y prometimos no abandonar el templo de nuestro Dios.
NEHEMÍAS 10:30-39 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Además, todos nos comprometimos a no casar a nuestras hijas con los habitantes del país ni aceptar a sus hijas como esposas para nuestros hijos. También prometimos que, si la gente del país venía en sábado, o en cualquier otro día de fiesta, a vender sus mercancías o alguna otra clase de víveres, nosotros no les compraríamos nada. Prometimos así mismo que en el séptimo año no cultivaríamos la tierra, y que perdonaríamos toda deuda. Además, nos impusimos la obligación de contribuir cada año con cuatro gramos de plata para los gastos del templo de nuestro Dios: el pan de la Presencia; las ofrendas y el holocausto diarios; los sacrificios de los sábados, de la luna nueva y de las fiestas solemnes; las ofrendas sagradas; los sacrificios de expiación por el pecado de Israel, y todo el servicio del templo de nuestro Dios. En cuanto a la ofrenda de la leña, echamos suertes entre nosotros los sacerdotes, los levitas y el pueblo en general, según nuestras familias, para determinar a quiénes les tocaría llevar, en los tiempos fijados cada año, la leña para el templo del SEÑOR nuestro Dios, para que ardiera en su altar, como está escrito en la ley. Además nos comprometimos a llevar cada año al templo del SEÑOR las primicias del campo y de todo árbol frutal, como también a presentar nuestros primogénitos y las primeras crías de nuestro ganado, tanto vacuno como ovino, ante los sacerdotes que sirven en el templo de nuestro Dios, como está escrito en la ley. Convinimos en llevar a los almacenes del templo de nuestro Dios las primicias de nuestra molienda, de nuestras ofrendas, del fruto de nuestros árboles, de nuestro vino nuevo y de nuestro aceite, para los sacerdotes que ministran en el templo de nuestro Dios. Convinimos también en dar la décima parte de nuestras cosechas a los levitas, pues son ellos quienes recolectan todo esto en los pueblos donde trabajamos. Un sacerdote de la familia de Aarón acompañará a los levitas cuando estos vayan a recolectar los diezmos. Los levitas, por su parte, depositarán el diezmo de los diezmos en la tesorería del templo de nuestro Dios. Los israelitas y los levitas llevarán las ofrendas de trigo, de vino y de aceite a los almacenes donde se guardan los utensilios sagrados y donde permanecen los sacerdotes, los porteros y los cantores, cuando están de servicio. De este modo nos comprometimos a no descuidar el templo de nuestro Dios.