NEHEMÍAS 8:1-8
NEHEMÍAS 8:1-8 Reina Valera 2020 (RV2020)
Entonces, se juntó todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, y dijeron al escriba Esdras que trajera el libro de la ley de Moisés, la cual el Señor había dado a Israel. El primer día del mes séptimo, el sacerdote Esdras trajo la ley delante de la congregación, así de hombres como de mujeres, y de todos los que podían entender. Desde el alba hasta el mediodía, leyó en el libro frente a la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, en presencia de hombres y mujeres y de todos los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley. Y el escriba Esdras estaba sobre un estrado de madera que habían levantado para esa ocasión, y junto a él se encontraban, a su derecha, Matatías, Sema, Anías, Urías, Hilcías y Maasías; y a su mano izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana, Zacarías y Mesulam. Abrió, pues, Esdras el libro ante los ojos de todo el pueblo —pues estaba más alto que ellos—; y cuando lo abrió, el pueblo entero estuvo atento. Bendijo entonces Esdras al Señor, Dios grande. Y todo el pueblo, alzó sus manos y respondió: «¡Amén! ¡Amén!»; y se humillaron y adoraron al Señor rostro en tierra. Los levitas Jesúa, Bani, Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán y Pelaía, hacían entender al pueblo la ley, mientras este se mantenía atento en su lugar. Y leían claramente en el libro de la ley de Dios, y explicaban su sentido, de modo que entendieran la lectura.
NEHEMÍAS 8:1-8 La Palabra (versión española) (BLP)
Se congregó todo el pueblo, de común acuerdo, en la plaza que está delante de la Puerta de las Aguas y pidieron al escriba Esdras que trajese el libro de la Ley de Moisés, la que había dado el Señor a Israel. Era el primer día del séptimo mes y el sacerdote Esdras trajo el Libro de la Ley ante todos los hombres y mujeres reunidos, ante todos los que estaban capacitados para entender, y lo leyó en la plaza que está delante de la Puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de los hombres, las mujeres y los capacitados para entender. Los oídos de todo el pueblo prestaban atención. Esdras, el escriba, se encontraba en pie sobre un estrado de madera que se había levantado para la ocasión. Junto a él, a su derecha, estaban Matatías, Sema, Anaías, Urías, Jelcías y Maasías, y a su izquierda estaban Pedaías, Misael, Malquías, Jasún, Jasbadana, Zacarías y Mesulán. Esdras abrió el libro ante los ojos de todo el pueblo (pues sobresalía por encima de ellos) y, al abrirlo, todo el pueblo se puso en pie. Bendijo Esdras al Señor, Dios grande, y todo el pueblo respondió: «Amén, amén». Alzaron sus manos, se inclinaron y adoraron al Señor rostro en tierra. Josué, Baní, Serebías, Jamín, Acub, Sabetay, Hodiyías, Maasías, Quelitá, Azarías, Jozabad, Janán, Pelaías, e incluso los levitas, explicaban la ley al pueblo que se mantenía atento. El Libro de la Ley era leído con claridad y [los levitas] explicaban su sentido de manera que comprendieran la lectura.
NEHEMÍAS 8:1-8 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Entonces todo el pueblo en masa se reunió en la plaza que está frente a la puerta del Agua, y dijeron al maestro Esdras que trajera el libro de la ley de Moisés, que el Señor había dado a Israel. El día primero del séptimo mes, el sacerdote Esdras trajo el libro de la ley ante la reunión compuesta de hombres, mujeres y todos los que tenían uso de razón; y desde la mañana hasta el mediodía lo leyó en presencia de todos ellos, delante de la plaza que está frente a la puerta del Agua. Todo el pueblo estaba atento a la lectura del libro de la ley. El maestro Esdras estaba de pie sobre una tribuna de madera construida para ese fin. También de pie, a su derecha, estaban Matatías, Sema, Anías, Urías, Hilquías y Maaseías. A su izquierda estaban Pedaías, Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana, Zacarías y Mesulam. Entonces Esdras abrió el libro a la vista de todo el pueblo, pues se le podía ver por encima de todos; y al abrirlo, todo el mundo se puso en pie. Entonces Esdras alabó al Señor, el Dios todopoderoso, y todo el pueblo respondió con los brazos en alto: “Amén, amén.” Luego se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente y adoraron al Señor. Los levitas Josué, Baní, Serebías, Jamín, Acub, Sabtai, Hodías, Maaseías, Quelitá, Azarías, Jozabad, Hanán y Pelaías explicaban la ley al pueblo. Mientras la gente permanecía en su sitio, ellos leían en voz alta el libro de la ley de Dios, y lo traducían para que se entendiera claramente la lectura.
NEHEMÍAS 8:1-8 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Entonces todo el pueblo, como un solo hombre, se reunió en la plaza que está frente a la puerta del Agua y le pidió al maestro Esdras traer el libro de la ley que el SEÑOR le había dado a Israel por medio de Moisés. Así que el día primero del mes séptimo, el sacerdote Esdras llevó la ley ante la asamblea, que estaba compuesta de hombres y mujeres y de todos los que podían comprender la lectura, y la leyó en presencia de ellos desde el alba hasta el mediodía en la plaza que está frente a la puerta del Agua. Todo el pueblo estaba muy atento a la lectura del libro de la ley. El maestro Esdras se puso de pie sobre una plataforma de madera construida para la ocasión. A su derecha estaban Matatías, Semá, Anías, Urías, Jilquías y Maseías; a su izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Jasún, Jasbadana, Zacarías y Mesulán. Esdras, a quien la gente podía ver porque él estaba en un lugar más alto, abrió el libro y todo el pueblo se puso de pie. Entonces Esdras bendijo al SEÑOR, el gran Dios. Y todo el pueblo, levantando las manos, respondió: «¡Amén y amén!» Luego adoraron al SEÑOR, inclinándose hasta tocar el suelo con la frente. Los levitas Jesúa, Baní, Serebías, Jamín, Acub, Sabetay, Hodías, Maseías, Quelitá, Azarías, Jozabed, Janán y Pelaías le explicaban la ley al pueblo, que no se movía de su sitio. Ellos leían con claridad el libro de la ley de Dios y lo interpretaban de modo que se comprendiera su lectura.