NÚMEROS 5:5-10
NÚMEROS 5:5-10 La Palabra (versión española) (BLP)
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: —Di a los israelitas: Cuando un hombre o una mujer es infiel al Señor, cometiendo un pecado en perjuicio de otro, se hace culpable. La persona en cuestión confesará el pecado que cometió, compensará el daño en su totalidad, añadirá a ello la quinta parte y se lo entregará a quien perjudicó. Y si la persona perjudicada no tuviere pariente a quien resarcir por el daño, será el Señor quien, en la persona del sacerdote, reciba la indemnización, además del carnero expiatorio en reparación de la culpa cometida. La ofrenda de cualquier cosa sagrada que los israelitas presenten al sacerdote, será para el sacerdote. Las ofrendas sagradas que haga cada uno, le pertenecen a él; lo que dé al sacerdote, será para el sacerdote.
NÚMEROS 5:5-10 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: “Diles esto a los israelitas: Cuando un hombre o una mujer es infiel al Señor y causa algún perjuicio a otra persona, comete un pecado, y deberá reconocerlo. Además deberá dar a la persona perjudicada, como compensación, el equivalente al daño causado más una quinta parte. Si la persona perjudicada ya ha muerto y no hay ningún pariente cercano a quien darle la compensación, esta será para el Señor y en beneficio del sacerdote, además del carnero que el sacerdote deberá ofrecer para obtener el perdón por el pecado de esa persona. “Toda contribución y ofrenda que los israelitas consagren al Señor y lleven ante el sacerdote, será para el sacerdote. Todo lo que se consagre al Señor y se lleve al sacerdote, será para el sacerdote.”
NÚMEROS 5:5-10 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
El SEÑOR le ordenó a Moisés que les dijera a los israelitas: «El hombre o la mujer que peque contra su prójimo traiciona al SEÑOR y tendrá que responder por ello. Deberá confesar su pecado y pagarle a la persona perjudicada una compensación por el daño causado, con un recargo del veinte por ciento. Pero, si la persona perjudicada no tiene ningún pariente, la compensación será para el SEÑOR y se la entregará al sacerdote, junto con el carnero para expiación del culpable. Toda contribución que los israelitas consagren para dársela al sacerdote será del sacerdote. Lo que cada uno consagra es suyo, pero lo que se da al sacerdote es del sacerdote».