FILIPENSES 1:18-26
FILIPENSES 1:18-26 Reina Valera 2020 (RV2020)
¿Qué puedo decir? Pues que a pesar de todo, y de todas maneras, sea por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me alegro y me alegraré siempre. Porque yo sé que por vuestra oración y la ayuda que me brinda el Espíritu de Jesucristo, todo esto servirá para mi liberación. Mi anhelo y esperanza es que en nada seré avergonzado. Al contrario, tengo la plena confianza, que ahora, como siempre, Cristo será engrandecido en mi cuerpo, tanto si vivo como si muero. Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia. Pero si el vivir en este cuerpo resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Entre las dos posibilidades estoy en un dilema. Por un lado tengo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero, por otro lado, para el bien de vosotros, es más necesario que yo siga con vida. Y confiado en esto, sé que me quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para vuestro provecho y alegría de vuestra fe. Así, mi retorno entre vosotros hará que tengáis toda clase de motivos para sentiros orgullosos de mí en Cristo Jesús.
FILIPENSES 1:18-26 La Palabra (versión española) (BLP)
Pero ¡qué importa! Con segundas intenciones o sin ellas, Cristo es anunciado, y eso es lo que me hace y seguirá haciéndome feliz. Sé que, gracias a vuestras oraciones y a la ayuda del Espíritu de Jesucristo, todo contribuirá a mi liberación. Así lo espero ardientemente, con la certeza de que no voy a quedar en modo alguno defraudado y con la absoluta seguridad de que ahora y siempre Cristo manifestará su gloria en mi persona, tanto si estoy vivo como si estoy muerto. Porque Cristo es la razón de mi vida, y la muerte, por tanto, me resulta una ganancia. Pero si vivir en este mundo me ofrece la ocasión de una tarea fructífera, no sabría qué elegir. Ambas cosas me presionan: por un lado, quiero morir y estar con Cristo, que es, con mucho, lo mejor; por otro lado, vosotros necesitáis que siga en este mundo. Convencido de esto último, presiento que seguiré viviendo con todos vosotros para provecho y alegría de vuestra fe. Así, cuando vuelva a veros, tendréis nuevos motivos, gracias a mí, para estar orgullosos de ser cristianos.
FILIPENSES 1:18-26 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Pero ¿qué importa? Sea como sea, con sinceridad o sin ella, anuncian a Cristo, y eso me causa alegría. Y todavía me alegraré más, pues sé que todo esto será para mi salvación, gracias a vuestras oraciones y a la ayuda que recibo del Espíritu de Jesucristo. Espero firmemente que Dios no me dejará quedar mal, sino que podré hablar con confianza delante de todos y, ahora como siempre, tanto si estoy vivo como si estoy muerto, Dios mostrará en mí, cada vez más, la grandeza de Cristo. Porque para mí la vida es Cristo, y la muerte, ganancia. Pero si viviendo en este cuerpo puedo seguir trabajando para bien de la causa del Señor, entonces no sé qué escoger. Me es difícil decidirme por una de las dos cosas: por un lado, quisiera morir para ir a estar con Cristo, pues eso sería mucho mejor para mí; pero, por otro lado, es más necesario por causa vuestra que siga viviendo. Y como estoy convencido de esto, sé que me quedaré todavía con vosotros para ayudaros a seguir adelante y para que tengáis más gozo en vuestra fe. Así me tendréis otra vez entre vosotros como un motivo de satisfacción en Cristo Jesús.
FILIPENSES 1:18-26 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
¿Qué importa? Al fin y al cabo, y sea como sea, con motivos falsos o con sinceridad, se predica a Cristo. Por eso me alegro; es más, seguiré alegrándome porque sé que, gracias a vuestras oraciones y a la ayuda que me da el Espíritu de Jesucristo, todo esto resultará en mi liberación. Mi ardiente anhelo y esperanza es que en nada seré avergonzado, sino que con toda libertad, ya sea que yo viva o muera, ahora como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo. Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia. Ahora bien, si seguir viviendo en este mundo representa para mí un trabajo fructífero, ¿qué escogeré? ¡No lo sé! Me siento presionado por dos posibilidades: deseo partir y estar con Cristo, que es muchísimo mejor, pero por vuestro bien es preferible que yo permanezca en este mundo. Convencido de esto, sé que permaneceré y continuaré con todos vosotros para contribuir a vuestro jubiloso avance en la fe. Así, cuando yo vuelva, vuestra satisfacción en Cristo Jesús abundará por causa mía.