FILIPENSES 4:10-14
FILIPENSES 4:10-14 Reina Valera 2020 (RV2020)
Me alegré mucho en el Señor de que ya al fin habéis reavivado el tener cuidado de mí. Sin duda alguna, el interés lo teníais, pero os faltaba la oportunidad. No lo digo por necesidad, pues he aprendido a contentarme con lo que tengo. Sé vivir humildemente y sé tener abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener abundancia como a sufrir necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mis dificultades.
FILIPENSES 4:10-14 La Palabra (versión española) (BLP)
Grande sobremanera ha sido mi alegría como cristiano al comprobar que, después de tanto tiempo, ha vuelto a florecer vuestro interés por mí. Ya sé que lo teníais; lo que os faltaba era la ocasión de manifestarlo. Y no es la necesidad lo que me hace hablar así, pues he aprendido a bastarme en cualquier circunstancia. Tengo experiencia de pobreza y de riqueza. Estoy perfectamente entrenado para todo: para estar harto y para pasar hambre, para nadar en la abundancia y para vivir con estrecheces. Puedo salir airoso de toda suerte de pruebas, porque Cristo me da las fuerzas. Con todo, es hermoso que os hayáis solidarizado conmigo en momentos de aflicción.
FILIPENSES 4:10-14 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Me alegro mucho en el Señor de que hayáis vuelto a pensar en mí. No quiero decir que me hubierais olvidado, sino que no teníais la oportunidad de ayudarme. Y no lo digo porque esté necesitado, pues he aprendido a contentarme con lo que tengo. Sé lo que es vivir en la pobreza y también sé lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a hacer frente a cualquier situación, lo mismo a estar satisfecho que a pasar hambre, a tener de sobra que a carecer de todo. Y a todo puedo hacer frente, pues Cristo es quien me sostiene. Sin embargo, hicisteis bien en compartir mis dificultades.
FILIPENSES 4:10-14 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Me alegro muchísimo en el Señor de que al fin hayáis vuelto a interesaros en mí. Claro está que teníais interés, solo que no habíais tenido la oportunidad de demostrarlo. No digo esto porque esté necesitado, pues he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre. Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Sin embargo, habéis hecho bien en participar conmigo en mi angustia.