PROVERBIOS 19:8-23
PROVERBIOS 19:8-23 La Palabra (versión española) (BLP)
El que adquiere cordura aprecia su vida, quien cuida la inteligencia halla la dicha. Testigo falso no quedará impune, el mentiroso perecerá. No es propio de necios vivir entre lujos, tampoco es de siervos gobernar a príncipes. Persona sensata domina su ira y tiene a gala disculpar una ofensa. La cólera del rey es rugido de león, su favor es rocío sobre la hierba. Hijo necio, desgracia del padre; mujer pendenciera, gotera incesante. Casa y hacienda, herencia de los padres; mujer prudente, regalo del Señor. La pereza hunde en la modorra, el indolente pasará hambre. Quien respeta el precepto respeta su vida, quien deshonra su conducta morirá. Quien favorece al pobre presta al Señor y recibirá su recompensa. Castiga a tu hijo mientras hay esperanza, pero no te obceques hasta matarlo. El violento cargará con su multa; si lo disculpas, empeorarás las cosas. Escucha el consejo, acepta la corrección y al final llegarás a sabio. El ser humano concibe proyectos, lo que prevalece es la decisión del Señor. Lo que uno busca es ser leal, más vale pobre que mentiroso. El respeto al Señor lleva a la vida: hace dormir a gusto y sin pesadillas.
PROVERBIOS 19:8-23 Reina Valera 2020 (RV2020)
El que posee entendimiento ama su alma; el que cuida la inteligencia hallará el bien. El testigo falso no quedará sin castigo, y el que dice mentiras perecerá. No es propio de un necio vivir entre lujos, ¡cuánto menos que un esclavo sea señor de los príncipes! La cordura del hombre aplaca su furor, y un honor le es pasar por alto la ofensa. Como el rugido de un cachorro de león es la ira del rey, y su favor, como el rocío sobre la hierba. Dolor es para el padre un hijo necio, y gotera continua las contiendas de la mujer. La casa y las riquezas son herencia de los padres, pero don del Señor es la mujer prudente. La pereza hace caer en profundo sueño, y la persona negligente padecerá hambre. El que guarda el mandamiento guarda su vida, pero el que menosprecia los caminos del Señor, morirá. Al Señor presta el que da al pobre; el bien que ha hecho se lo devolverá. Castiga a tu hijo mientras haya esperanza, pero no te obceques hasta matarlo. El que se deja arrebatar por la ira llevará el castigo, y si usa de violencias, añadirá nuevos males. Escucha el consejo y acepta la corrección: así serás sabio en tu vejez. Muchos pensamientos hay en el corazón del ser humano, pero el consejo del Señor es el que permanece. Una satisfacción es para el hombre hacer misericordia, y mejor es ser pobre que mentiroso. El temor del Señor lleva a la vida: con él vive el ser humano completamente tranquilo, y no es visitado por el mal.
PROVERBIOS 19:8-23 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El que aprende y pone en práctica lo aprendido, se estima a sí mismo y prospera. El testigo falso no quedará sin castigo; al mentiroso le espera la muerte. No es propio del necio hacer derroche de lujos, ni mucho menos lo es del esclavo gobernar a grandes señores. La prudencia consiste en refrenar el enojo, y la honra, en pasar por alto la ofensa. La ira del rey es como el rugido del león; su buena voluntad, como rocío sobre la hierba. Un hijo necio hace sufrir a su padre. Como gotera constante es la mujer pendenciera. De los padres se reciben casa y riquezas; del Señor, la esposa inteligente. La pereza hace dormir profundamente: el perezoso pasará hambre. El que cumple el mandamiento protege su vida; el que desprecia la enseñanza del Señor, muere. Un préstamo al pobre es un préstamo al Señor, y el Señor mismo pagará la deuda. Corrige a tu hijo mientras aún pueda ser corregido, pero no vayas a matarlo a causa del castigo. El que mucho se enoja, recibe su merecido; librarle del castigo es empeorar las cosas. Atiende al consejo y acepta la corrección; así llegarás a ser sabio. El hombre hace muchos planes, pero solo se realiza el propósito divino. Lo que se quiere del hombre es lealtad; más vale ser pobre que tramposo. La reverencia al Señor conduce a la vida; uno vive contento y sin sufrir ningún mal.
PROVERBIOS 19:8-23 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
El que adquiere cordura a sí mismo se ama, y el que retiene el discernimiento prospera. El testigo falso no quedará sin castigo; el que difunde mentiras perecerá. No va bien con el necio vivir entre lujos, y menos con el esclavo gobernar a los príncipes. El buen juicio hace al hombre paciente; su gloria es pasar por alto la ofensa. Rugido de león es la ira del rey; su favor es como rocío sobre el pasto. El hijo necio es la ruina del padre; la mujer pendenciera es gotera constante. La casa y el dinero se heredan de los padres, pero la esposa inteligente es un don del SEÑOR. La pereza conduce al sueño profundo; el holgazán pasará hambre. El que cumple el mandamiento cumple consigo mismo; el que descuida su conducta morirá. Servir al pobre es hacerle un préstamo al SEÑOR; Dios pagará esas buenas acciones. Corrige a tu hijo mientras aún hay esperanza; no te hagas cómplice de su muerte. El iracundo tendrá que afrontar el castigo; el que intente disuadirlo aumentará su enojo. Escucha el consejo y acepta la corrección, y llegarás a ser sabio. El corazón humano genera muchos proyectos, pero al final prevalecen los designios del SEÑOR. De todo hombre se espera lealtad. Más vale ser pobre que mentiroso. El temor del SEÑOR conduce a la vida; da un sueño tranquilo y evita los problemas.