PROVERBIOS 23:29-35
PROVERBIOS 23:29-35 Reina Valera 2020 (RV2020)
¿Para quién serán los lamentos? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas sin razón? ¿Para quién los ojos enrojecidos? Para los que se pasan con el vino, y no cesan de catar bebidas. ¡No mires el vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la copa! Entra suavemente, pero al fin muerde como una serpiente, causa dolor como un áspid. Tus ojos verán cosas extrañas y tu corazón dirá cosas perversas. Será como si flotaras en medio del mar o como si te bamboleases en la punta de un mástil. Y dirás: «Me hirieron, mas no me dolió; me azotaron, pero no lo sentí; cuando despierte, volveré por más».
PROVERBIOS 23:29-35 La Palabra (versión española) (BLP)
¿Quién se lamenta? ¿Quién se queja? ¿Quién riñe? ¿Quién llora? ¿Quién golpea sin motivo? ¿Quién tiene ojos turbios? Los que se pasan con el vino y no cesan de catar bebidas. No mires el vino cuando rojea: ¡Cómo brilla en la copa! ¡Qué suavemente entra! Pero al final muerde como serpiente, clava los dientes como víbora. Tus ojos alucinarán, tu mente te hará decir tonterías; te sentirás como alguien flotando en alta mar, como quien se bambolea en la punta de un mástil; y te dirás: «Me han pegado y no me duele; me han golpeado y no lo siento; en cuanto despierte pediré más vino».
PROVERBIOS 23:29-35 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
¿Quién sufre? ¿Quién se queja? ¿Quién anda en pleitos y lamentos? ¿Quién es herido sin motivo? ¿Quién tiene turbia la mirada? El que no abandona jamás el vino y anda ensayando nuevas bebidas. No te fijes en el vino. ¡Qué rojo se pone y cómo brilla en la copa! ¡Con qué suavidad resbala! Pero al final es como una serpiente que muerde y causa dolor. Te hará ver cosas extrañas, y pensar y decir tonterías; te hará sentir que estás en alta mar, recostado en lo alto del palo mayor, y dirás: “Me golpearon, y no lo noté; me azotaron, y no me di cuenta; pero, en cuanto me despierte, iré en busca de más vino.”
PROVERBIOS 23:29-35 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
¿De quién son los lamentos? ¿De quién los pesares? ¿De quién son los pleitos? ¿De quién las quejas? ¿De quién son las heridas gratuitas? ¿De quién los ojos morados? ¡Del que no suelta la botella de vino ni deja de probar licores! No te fijes en lo rojo que es el vino, ni en cómo brilla en la copa, ni en la suavidad con que se desliza; porque acaba mordiendo como serpiente y envenenando como víbora. Tus ojos verán alucinaciones, y tu mente imaginará estupideces. Te parecerá estar durmiendo en alta mar, acostado sobre el mástil mayor. Y dirás: «Me han herido, pero no me duele. Me han golpeado, pero no lo siento. ¿Cuándo despertaré de este sueño para ir a buscar otro trago?»