PROVERBIOS 26:1-16
PROVERBIOS 26:1-16 Reina Valera 2020 (RV2020)
Como no le sienta la nieve al verano ni la lluvia a la cosecha, tampoco le sientan los honores al necio. Como gorrión que vaga o golondrina en vuelo, así la maldición nunca viene sin causa. El látigo para el caballo, el cabestro para el asno y la vara para la espalda del necio. Nunca respondas al necio de acuerdo con su necedad, para que no seas tú también como él; responde al necio como merece su necedad, para que no se tenga por sabio en su propia opinión. Como cortarse los pies o beber algo en daño propio es enviar recado por mano de un necio. Como las piernas del cojo, que cuelgan inútiles, es el proverbio en la boca del necio. Como atar la piedra a la honda es rendir honores al necio. Como espina clavada en la mano de un borracho es el proverbio en la boca de los necios. Como arquero que a todos hiere es el que contrata a insensatos y vagabundos. Como perro que vuelve a su vómito es el necio que repite su necedad. ¿Has visto a alguien que presume de sabio? ¡Pues más puede esperarse de un necio que de él! Dice el perezoso: «¡Hay un león en el camino! ¡Un león está en las calles!». Como la puerta gira sobre sus quicios, así el perezoso da vueltas en su cama. Mete el perezoso su mano en el plato, pero le cansa llevársela a la boca. En su propia opinión, el perezoso es más sabio que siete que sepan aconsejar.
PROVERBIOS 26:1-16 La Palabra (versión española) (BLP)
Ni nieve al verano ni lluvia a la siega ni honores al necio sientan bien. Como gorrión o golondrina sin rumbo, la maldición sin motivo no prospera. Látigo para el caballo, ramal para el asno y vara para la espalda de los necios. No respondas al necio con su insensatez no sea que también tú te vuelvas como él. Responde al necio por su insensatez no vaya a presumir de sabio. Se amputa los pies y se busca problemas quien envía mensajes por medio de necios. Como fallan las piernas al cojo, así el proverbio en boca de necios. Como atar una piedra a la honda, así es rendir honores a un necio. Cardo en manos de borracho, el proverbio en boca de necios. Arquero que hiere a cualquier transeúnte, quien contrata a necio o vagabundo. Como el perro que lame su vómito, el necio que repite sus sandeces. Más se puede esperar de un necio que de alguien que presume de sabio. Dice el perezoso: «¡Hay un león en el camino! ¡Una fiera en medio de la calle!». La puerta gira en sus bisagras, el perezoso da vueltas en su cama. El perezoso mete la mano en el plato, pero le cansa llevarla a su boca. El perezoso se cree más sabio que siete que saben responder.
PROVERBIOS 26:1-16 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
No le va bien la nieve al verano ni la lluvia a la cosecha ni los honores al necio. Como gorrión perdido o golondrina sin nido, la maldición sin motivo jamás llegará a su destino. Al caballo hay que domarlo, al asno hay que frenarlo y al necio hay que azotarlo. El que al necio no responde, por necio no pasa. El que al necio sabe responder, como tal le hace parecer. Confiar al necio un mensaje es cortarse los pies y buscarse problemas. No va lejos el cojo con sus piernas ni el proverbio dicho por un necio. Tan absurdo es atar la piedra a la honda como dar honra a los necios. Ni el borracho la espina siente, ni el necio el proverbio entiende. Arquero que apunta a todo el que pasa es quien da al necio trabajo en su casa. El perro vuelve a su vómito y el necio a su necedad. Más se puede esperar del necio que de quien se cree muy sabio. Para no trabajar, el perezoso pretexta que en la calle hay un león al acecho. La puerta gira en sus bisagras y el perezoso gira en la cama. El perezoso mete la mano en el plato, pero luego es incapaz de llevársela a la boca. El perezoso se cree más sabio que siete personas que saben responder.
PROVERBIOS 26:1-16 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Ni la nieve es para el verano, ni la lluvia para la cosecha, ni los honores para el necio. Como el gorrión sin rumbo o la golondrina sin nido, la maldición sin motivo jamás llega a su destino. El látigo es para los caballos, el freno para los asnos, y el garrote para la espalda del necio. No respondas al necio según su necedad, o tú mismo pasarás por necio. Respóndele al necio como se merece, para que no se tenga por sabio. Enviar un mensaje por medio de un necio es como cortarse los pies o sufrir violencia. Inútil es el proverbio en la boca del necio, como inútiles son las piernas de un tullido. Rendirle honores al necio es tan absurdo como atar una piedra a la honda. El proverbio en la boca del necio es como espina en la mano del borracho. Como arquero que hiere a todo el que pasa es quien contrata al necio en su casa. Como vuelve el perro a su vómito, así el necio insiste en su necedad. ¿Te has fijado en quien se cree muy sabio? Más se puede esperar de un necio que de gente así. Dice el perezoso: «Hay una fiera en el camino. ¡Por las calles un león anda suelto!» Sobre sus goznes gira la puerta; sobre la cama, el perezoso. El perezoso mete la mano en el plato, pero le pesa llevarse el bocado a la boca. El perezoso se cree más sabio que siete sabios que saben responder.