PROVERBIOS 26:17-23
PROVERBIOS 26:17-23 Reina Valera 2020 (RV2020)
Como tomar por las orejas a un perro que pasa es entrometerse en pleito ajeno. Como el que enloquecido arroja llamas, saetas y muerte, así es el que engaña a su amigo y luego dice: «¡Solo ha sido una broma!». Sin leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso cesa la contienda. Como el carbón para las brasas y la leña para el fuego es el hombre pendenciero para encender contienda. Las palabras del chismoso son como bocados suaves que penetran hasta las entrañas. Como baño de plata sobre un tiesto son los labios lisonjeros y el mal corazón.
PROVERBIOS 26:17-23 La Palabra (versión española) (BLP)
Tira de las orejas a un perro quien va de paso y se mete en riña ajena. Como un loco que dispara flechas y saetas mortales, así es el que engaña a su prójimo y luego dice que todo era broma. Cuando falta la leña, se apaga el fuego; donde no hay chismosos, se acaban las riñas. Con carbón se hacen brasas y con leña fuego, las peleas las atiza el camorrista. Las palabras del calumniador son golosinas, penetran hasta lo más profundo. Baño de plata en vasija de barro son los labios melosos con mala intención.
PROVERBIOS 26:17-23 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Meterse en pleitos ajenos es agarrar a un perro por las orejas. Como un loco que lanza mortales flechas de fuego, así es quien engaña a su amigo y luego dice que todo era un juego. Sin leña se apaga el fuego y sin chismes se acaba el pleito. Para hacer brasas, el carbón; para hacer fuego, la leña; para entablar pleitos, el pendenciero. Los chismes son como golosinas, pero calan hasta lo más profundo. Baño de plata sobre olla de barro son las palabras suaves que llevan mala intención.
PROVERBIOS 26:17-23 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Meterse en pleitos ajenos es como agarrar a un perro por las orejas. Como loco que dispara mortíferas flechas encendidas, es quien engaña a su amigo y explica: «¡Tan solo estaba bromeando!» Sin leña se apaga el fuego; sin chismes se acaba el pleito. Con el carbón se hacen brasas, con la leña se prende fuego, y con un pendenciero se inician los pleitos. Los chismes son como ricos bocados: se deslizan hasta las entrañas. Como baño de plata sobre vasija de barro son los labios zalameros de un corazón malvado.