SALMOS 103:1-12
SALMOS 103:1-12 La Palabra (versión española) (BLP)
Bendice, alma mía, al Señor y todo mi ser a su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, no te olvides de sus favores. Él perdona todos tus pecados, él sana todos tus males; él libra tu vida de la fosa, te corona de amor y de ternura; colma de bienes tu existencia, y tú te rejuveneces como un águila. El Señor imparte justicia y derecho a los oprimidos. Mostró sus caminos a Moisés, a los hijos de Israel sus proezas. El Señor es clemente y compasivo, paciente y lleno de amor. No estará para siempre litigando, no estará eternamente resentido. No nos trata según nuestros pecados, no nos paga según nuestras culpas. Pues como el cielo dista de la tierra abunda su amor para con sus fieles; como está lejos el este del oeste, él aleja nuestras faltas de nosotros.
SALMOS 103:1-12 Reina Valera 2020 (RV2020)
Bendice, alma mía, al Señor, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus maldades, el que sana todas tus dolencias, el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias, el que sacia de bien tu boca, de modo que te rejuvenezcas como el águila. El Señor es el que hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia. Sus caminos notificó a Moisés, y a los hijos de Israel sus obras. Misericordioso y clemente es el Señor; lento para la ira y grande en misericordia. No contenderá para siempre ni para siempre guardará el enojo. No ha hecho con nosotros conforme a nuestras maldades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados, porque, como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
SALMOS 103:1-12 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Alaba, alma mía, al SEÑOR; alabe todo mi ser su santo nombre. Alaba, alma mía, al SEÑOR, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias; él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión; él colma de bienes tu vida y te rejuvenece como a las águilas. El SEÑOR hace justicia y defiende a todos los oprimidos. Dio a conocer sus caminos a Moisés; reveló sus obras al pueblo de Israel. El SEÑOR es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor. No sostiene para siempre su querella ni guarda rencor eternamente. No nos trata conforme a nuestros pecados ni nos paga según nuestras maldades. Tan grande es su amor por los que le temen como alto es el cielo sobre la tierra. Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones como lejos del oriente está el occidente.