SALMOS 107:1-16
SALMOS 107:1-16 La Palabra (versión española) (BLP)
Alabad al Señor por su bondad, porque es eterno su amor. Que lo digan los que el Señor ha salvado, los que ha salvado del poder del enemigo, los que reunió de entre los países, de oriente y de occidente, del norte y del poniente. Vagaban perdidos por el árido desierto, no hallaban el camino a una ciudad habitada. Estaban hambrientos, tenían sed, su vida se iba agotando. Pero en su angustia gritaron al Señor y él los salvó de sus penurias; los guio por un camino recto hasta llegar a una ciudad habitada. ¡Que alaben al Señor por su amor, por sus maravillas con el ser humano! Porque él sació la garganta ávida, al hambriento llenó de manjares. En oscuridad y tinieblas vivían, cautivos de la miseria y el hierro, por desobedecer la palabra de Dios, por despreciar el designio del Altísimo. Él doblegó su corazón con penas, desfallecían y nadie los ayudaba. Pero en su angustia gritaron al Señor y él los salvó de sus penurias. Los sacó de tinieblas y sombras, rompió sus cadenas. ¡Que alaben al Señor por su amor, por sus maravillas con el ser humano! Pues rompió las puertas de bronce, destrozó los cerrojos de hierro.
SALMOS 107:1-16 Reina Valera 2020 (RV2020)
Alabad al Señor, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia. Díganlo los redimidos del Señor, los que ha redimido del poder del enemigo y los ha congregado de las tierras, del oriente y del occidente, del norte y del sur. Anduvieron perdidos por el desierto, por soledad sin camino, sin hallar ciudad en donde vivir. Hambrientos y sedientos, su alma desfallecía en ellos. Entonces, clamaron al Señor en su angustia, y él los libró de sus aflicciones. Los dirigió por camino derecho, para que llegaran a ciudad habitable. ¡Alaben la misericordia del Señor y sus maravillas para con los hijos de los hombres!, porque sacia al alma menesterosa, y llena de bien al alma hambrienta. Algunos moraban en tinieblas y en sombra de muerte, aprisionados en aflicción y en hierros, por cuanto fueron rebeldes a las palabras del Señor, y aborrecieron el consejo del Altísimo. Por eso, quebrantó con el trabajo sus corazones; cayeron, y no hubo quien los ayudara. Luego que clamaron al Señor en su angustia, los libró de sus aflicciones; los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte, y rompió sus prisiones. ¡Alaben la misericordia del Señor y sus maravillas para con los hijos de los hombres!, porque quebrantó las puertas de bronce y desmenuzó los cerrojos de hierro.
SALMOS 107:1-16 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Dad gracias al SEÑOR, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre. Que lo digan los redimidos del SEÑOR, a quienes redimió del poder del adversario, a quienes reunió de todos los países, de oriente y de occidente, del norte y del sur. Vagaban perdidos por parajes desiertos, sin dar con el camino a una ciudad habitable. Hambrientos y sedientos, la vida se les iba consumiendo. En su angustia clamaron al SEÑOR, y él los libró de su aflicción. Los llevó por el camino recto hasta llegar a una ciudad habitable. ¡Que den gracias al SEÑOR por su gran amor, por sus maravillas en favor nuestro! ¡Él apaga la sed del sediento, y sacia con lo mejor al hambriento! Afligidos y encadenados, habitaban en las más densas tinieblas por haberse rebelado contra las palabras de Dios, por menospreciar los designios del Altísimo. Los sometió a trabajos forzados; tropezaban, y no había quien los ayudara. En su angustia clamaron al SEÑOR, y él los salvó de su aflicción. Los sacó de las sombras tenebrosas y rompió en pedazos sus cadenas. ¡Que den gracias al SEÑOR por su gran amor, por sus maravillas en favor de los hombres! ¡Él hace añicos las puertas de bronce y rompe en mil pedazos las barras de hierro!