SALMOS 118:13-29
SALMOS 118:13-29 Reina Valera 2020 (RV2020)
Me empujaste con violencia para que cayera, pero me ayudó el Señor. Mi fortaleza y mi cántico es el Señor, y él me ha sido por salvación. Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos; la diestra del Señor hace proezas. La diestra del Señor es sublime; la diestra del Señor hace proezas. ¡No moriré, sino que viviré y contaré las obras del Señor! Me castigó con dureza el Señor, pero no me entregó a la muerte. ¡Abridme las puertas de la justicia; entraré por ellas, alabaré al Señor; esta es la puerta del Señor; por ella entrarán los justos! Te alabaré porque me has oído y me fuiste por salvación. La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser la piedra angular. De parte del Señor es esto y es cosa maravillosa a nuestros ojos. Este es el día que hizo el Señor; ¡nos gozaremos y alegraremos en él! Señor, sálvanos ahora, te ruego; te ruego, Señor, que nos hagas prosperar ahora. ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! Desde la casa del Señor os bendecimos. El Señor es Dios y nos ha dado luz; atad víctimas con cuerdas a los cuernos del altar. Mi Dios eres tú y te alabaré; Dios mío, te exaltaré. Alabad al Señor, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia.
SALMOS 118:13-29 La Palabra (versión española) (BLP)
Me empujaban intentando derribarme, pero el Señor me ayudó. Dios es mi fuerza y mi potencia, él fue para mí la salvación. Gritos de gozo y victoria hay en las tiendas de los justos: «La diestra del Señor realiza hazañas, la diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor realiza hazañas». No he de morir, viviré para contar las proezas del Señor. Dios me ha castigado con dureza, pero no me ha entregado a la muerte. ¡Abridme las puertas de la justicia! Entraré por ellas dando gracias a Dios. Esta es la puerta del Señor, por ella entrarán los justos. Te doy gracias pues me has escuchado, tú fuiste para mí la salvación. La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Del Señor viene todo esto y nos parece admirable. Este es el día en que actuó el Señor, alegrémonos, gocémonos en él. Te lo ruego, Señor, sálvanos, te lo ruego, Señor, haznos triunfar. Bendito el que viene en nombre del Señor, desde la casa del Señor os bendecimos. Dios es el Señor, él nos alumbra, ¡atad con ramas la víctima festiva a los salientes del altar! Tú eres mi Dios y te doy gracias, eres mi Dios a quien ensalzo. Dad gracias al Señor por su bondad, porque es eterno su amor.
SALMOS 118:13-29 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Me empujaron con violencia para que cayera, pero el SEÑOR me ayudó. El SEÑOR es mi fuerza y mi canto; ¡él es mi salvación! Gritos de júbilo y victoria resuenan en las casas de los justos: «¡La diestra del SEÑOR realiza proezas! ¡La diestra del SEÑOR es exaltada! ¡La diestra del SEÑOR realiza proezas!» No he de morir; he de vivir para proclamar las maravillas del SEÑOR. El SEÑOR me ha castigado con dureza, pero no me ha entregado a la muerte. Abridme las puertas de la justicia para que entre yo a dar gracias al SEÑOR. Son las puertas del SEÑOR, por las que entran los justos. ¡Te daré gracias porque me respondiste, porque eres mi salvación! La piedra que desecharon los constructores ha llegado a ser la piedra angular. Esto ha sido obra del SEÑOR, y nos deja maravillados. Este es el día en que el SEÑOR actuó; regocijémonos y alegrémonos en él. SEÑOR, ¡danos la salvación! SEÑOR, ¡concédenos la victoria! Bendito el que viene en el nombre del SEÑOR. Desde la casa del SEÑOR os bendecimos. El SEÑOR es Dios y nos ilumina. Uníos a la procesión portando ramas en la mano hasta los cuernos del altar. Tú eres mi Dios, por eso te doy gracias; tú eres mi Dios, por eso te exalto. Dad gracias al SEÑOR, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.