SALMOS 119:145-160
SALMOS 119:145-160 Reina Valera 2020 (RV2020)
Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Señor, y guardaré tus estatutos. A ti clamé: ¡Sálvame!, y guardaré tus testimonios. Me anticipé al alba y clamé; esperé en tu palabra. Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, para meditar en tus mandatos. Oye mi voz conforme a tu misericordia; Señor, vivifícame conforme a tu justicia. Se acercaron a la maldad los que me persiguen; se alejaron de tu ley. Cercano estás tú, Señor, y todos tus mandamientos son verdad. Hace ya mucho que he entendido tus testimonios, que para siempre los has establecido. Mira mi aflicción y líbrame, porque de tu ley no me he olvidado. Defiende mi causa y redímeme; vivifícame con tu palabra. Lejos está de los impíos la salvación, porque no buscan tus estatutos. Muchas son tus misericordias, Señor; vivifícame conforme a tus juicios. Muchos son mis perseguidores y mis enemigos, pero de tus testimonios no me he apartado. Veía a los traidores y me disgustaba, porque no guardaban tus palabras. ¡Mira, Señor, que amo tus mandamientos! ¡Vivifícame conforme a tu misericordia! La suma de tu palabra es verdad, y eterno es todo juicio de tu justicia.
SALMOS 119:145-160 La Palabra (versión española) (BLP)
Clamo con todo el corazón; respóndeme, Señor, y cumpliré tus normas. Yo te invoco, sálvame y observaré tus mandamientos. Antes del alba me levanto y pido auxilio, en tus palabras pongo mi esperanza. Antes de la aurora abro mis ojos, para así reflexionar en tu promesa. Escucha mi grito por tu amor; por tu justicia, Señor, dame vida. Gentes infames se acercan, gentes que están lejos de tu ley. Pero tú, Señor, estás cerca, todos tus mandatos son verdad. Hace mucho que sé que tus mandatos los has establecido para siempre. Mira mi pesar y líbrame, que no he olvidado tu ley. Defiende mi causa, sálvame, dame vida según tu promesa. La salvación está lejos de los malvados, pues no les preocupan tus normas. Señor, tu misericordia es inmensa, dame vida según tu justicia. Muchos me persiguen y me acosan, pero yo no me he apartado de tus normas. He visto traidores que detesto, porque no han respetado tu promesa. Observa cómo amo tus preceptos; Señor, por tu amor, dame la vida. Esencia de tu palabra es la verdad, son eternos tus justos decretos.
SALMOS 119:145-160 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Con todo el corazón clamo a ti, SEÑOR; respóndeme, y obedeceré tus decretos. A ti clamo: «¡Sálvame!» Quiero cumplir tus estatutos. Muy de mañana me levanto a pedir ayuda; en tus palabras he puesto mi esperanza. En toda la noche pego ojo, para meditar en tu promesa. Conforme a tu gran amor, escucha mi voz; conforme a tus juicios, SEÑOR, dame vida. Ya se acercan mis crueles perseguidores, pero andan muy lejos de tu ley. Tú, SEÑOR, también estás cerca, y todos tus mandamientos son verdad. Desde hace mucho conozco tus estatutos, los cuales estableciste para siempre. Considera mi aflicción, y líbrame, pues no me he olvidado de tu ley. Defiende mi causa, rescátame; dame vida conforme a tu promesa. La salvación está lejos de los impíos, porque ellos no buscan tus decretos. Grande es, SEÑOR, tu compasión; dame vida conforme a tus juicios. Muchos son mis adversarios y mis perseguidores, pero yo no me aparto de tus estatutos. Miro a esos renegados y me dan náuseas, porque no cumplen tus palabras. Mira, SEÑOR, cuánto amo tus preceptos; conforme a tu gran amor, dame vida. La suma de tus palabras es la verdad; tus rectos juicios permanecen para siempre.