SALMOS 132:1-17
SALMOS 132:1-17 Reina Valera 2020 (RV2020)
Acuérdate, Señor, de David y de toda su aflicción. De cómo juró al Señor y prometió al Fuerte de Jacob: «No entraré en el aposento de mi casa ni subiré al lecho de mi descanso; no daré el sueño a mis ojos ni a mis párpados adormecimiento, hasta que halle lugar para el Señor, morada para el Fuerte de Jacob». En Efrata lo oímos; lo hallamos en los campos del bosque. ¡Entraremos en su tabernáculo! ¡Nos postraremos ante el estrado de sus pies! Levántate, Señor, al lugar de tu reposo, tú y el arca de tu poder. Tus sacerdotes se vistan de justicia y se regocijen tus santos. Por amor de David tu siervo no le des la espalda a tu ungido. En verdad juró el Señor a David y no se retractará de ello: «De tu descendencia pondré sobre tu trono. Si tus hijos guardan mi pacto y mi testimonio, que yo les enseño, sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre», porque el Señor ha elegido a Sion; la quiso por morada suya. «Este es para siempre el lugar de mi reposo. Aquí habitaré, porque la he querido. Bendeciré abundantemente su provisión; a sus pobres saciaré de pan. Asimismo, vestiré de salvación a sus sacerdotes y sus santos darán voces de júbilo. Allí haré retoñar el poder de David; he dispuesto lámpara para mi ungido.
SALMOS 132:1-17 La Palabra (versión española) (BLP)
Señor, acuérdate de David, de todos sus afanes. Él hizo un juramento al Señor, una promesa al protector de Jacob: «No me aposentaré en mi mansión, no me acostaré en mi lecho, no dejaré que se cierren mis ojos, que mis párpados se adormezcan, hasta que halle un lugar para el Señor, una morada para el protector de Jacob». Oímos que el Arca estaba en Efrata, la encontramos en los campos de Jaar. ¡Vayamos a su santuario, postrémonos ante el estrado de sus pies! ¡Ponte, Señor, en acción! Acude a tu morada, tú y el Arca de tu poder. Que tus sacerdotes se vistan de fiesta, que tus fieles griten de alborozo. Por tu siervo David, no rechaces a tu ungido. El Señor se lo juró a David, en verdad no va a retractarse: «A uno de tus descendientes yo pondré sobre tu trono. Si respetan tus hijos mi alianza, los mandatos que voy a enseñarles, también sus hijos se sentarán en tu trono para siempre». Porque el Señor ha escogido a Sion, la ha querido por morada suya: «Sion será mi morada para siempre, aquí residiré porque ella me complace. Bendeciré sus provisiones, colmaré de pan a los hambrientos, a sus sacerdotes vestiré de fiesta y sus fieles gritarán de alegría. Allí haré renacer el poder de David, prepararé una lámpara a mi ungido.
SALMOS 132:1-17 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
SEÑOR, acuérdate de David y de todas sus penurias. Acuérdate de sus juramentos al SEÑOR, de sus votos al Poderoso de Jacob: «No gozaré del calor del hogar, ni me daré un momento de descanso; no me permitiré cerrar los ojos, y ni siquiera el menor pestañeo, antes de hallar un lugar para el SEÑOR, una morada para el Poderoso de Jacob». En Efrata oímos hablar del arca; dimos con ella en los campos de Yagar: «Vayamos hasta su morada; postrémonos ante el estrado de sus pies». Levántate, SEÑOR; ven a tu lugar de reposo, tú y tu arca poderosa. ¡Que se revistan de justicia tus sacerdotes! ¡Que tus fieles canten jubilosos! Por amor a David, tu siervo, no le des la espalda a tu ungido. El SEÑOR le ha hecho a David un firme juramento que no revocará: «A uno de tus propios descendientes lo pondré en tu trono. Si tus hijos cumplen con mi pacto y con los estatutos que les enseñaré, también sus descendientes te sucederán en el trono para siempre». El SEÑOR ha escogido a Sión; su deseo es hacer de este monte su morada: «Este será para siempre mi lugar de reposo; aquí pondré mi trono, porque así lo deseo. Bendeciré con creces sus provisiones, y saciaré de pan a sus pobres. Revestiré de salvación a sus sacerdotes, y jubilosos cantarán sus fieles. »Aquí haré renacer el poder de David, y encenderé la lámpara de mi ungido.