SALMOS 143:4-11
SALMOS 143:4-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
Mi espíritu se angustió dentro de mí; está desolado mi corazón. Me acordé de los días antiguos; meditaba en todas tus obras; reflexionaba en las obras de tus manos. Extendí mis manos hacia ti, mi alma te anhela como la tierra sedienta. Selah Respóndeme pronto, Señor, porque desmaya mi espíritu; no escondas de mí tu rostro, no venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura. Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado. Hazme saber el camino por donde debo andar, porque hacia ti he elevado mi alma. Líbrame de mis enemigos, Señor; en ti me refugio. Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud. Por tu nombre, Señor, me vivificarás; por tu justicia sacarás mi alma de la angustia.
SALMOS 143:4-11 La Palabra (versión española) (BLP)
Mi ánimo desfallece, mi corazón se estremece. Recuerdo los días de antaño, medito en todas tus acciones, reflexiono sobre la obra de tus manos. Extiendo hacia ti mis manos, soy ante ti como tierra reseca. [Pausa] Señor, respóndeme pronto, que mi vida se agota. ¡No me ocultes tu rostro, que no sea yo como los muertos! Anúnciame tu amor por la mañana, que en ti confío; enséñame qué senda he de seguir, que a ti te anhelo. Señor, líbrame de mis rivales, que a ti me acojo. Enséñame a hacer tu voluntad, que tú eres mi Dios; que tu buen espíritu me lleve por una tierra llana. Señor, por tu nombre, dame vida, por tu justicia, sácame de la angustia.
SALMOS 143:4-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Ya no me queda aliento; dentro de mí siento paralizado el corazón. Traigo a la memoria los tiempos de antaño: medito en todas tus proezas, considero las obras de tus manos. Hacia ti extiendo las manos; me haces falta, como el agua a la tierra seca. Selah Respóndeme pronto, SEÑOR, que el aliento se me escapa. No escondas de mí tu rostro, o seré como los que bajan a la fosa. Por la mañana hazme saber de tu gran amor, porque en ti he puesto mi confianza. Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma. SEÑOR, líbrame de mis enemigos, porque en ti busco refugio. Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Que tu buen Espíritu me guíe por un terreno sin obstáculos. Por tu nombre, SEÑOR, dame vida; por tu justicia, sácame de este aprieto.