SALMOS 22:3-10
SALMOS 22:3-10 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pero tú eres santo, tú que habitas entre las alabanzas de Israel. En ti esperaron nuestros padres; esperaron y tú los libraste. Clamaron a ti y fueron librados; confiaron en ti y no fueron avergonzados. Pero yo soy un gusano, no una persona; un ser despreciable, la vergüenza del pueblo. Todos los que me ven se burlan de mí; tuercen la boca y menean la cabeza, cuando dicen: «Se encomendó al Señor, que él lo libre; que lo salve, puesto que en él se complacía». Pero tú eres el que me sacó del vientre, el que me hizo estar confiado desde que estaba en el regazo de mi madre. A ti fui encomendado desde antes de nacer; desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
SALMOS 22:3-10 La Palabra (versión española) (BLP)
Tú eres el Santo, el que se sienta en el trono, rodeado por las alabanzas de Israel. En ti confiaron nuestros antepasados, confiaron y tú los liberaste; te imploraron y quedaron libres, confiaron en ti y no fueron defraudados. Pero yo soy un gusano, no una persona, la deshonra del ser humano, la vergüenza del pueblo. Cuantos me ven se ríen de mí, hacen muecas con los labios, balancean la cabeza: «¡Que acuda al Señor; que él lo libre; que lo salve si tanto lo ama!». Fuiste tú quien me sacó del vientre, quien me protegió junto al pecho de mi madre; desde el seno materno te fui confiado, desde el vientre de mi madre tú eres mi Dios.
SALMOS 22:3-10 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Pero tú eres santo, tú eres rey, ¡tú eres la alabanza de Israel! En ti confiaron nuestros padres; confiaron, y tú los libraste; a ti clamaron, y tú los salvaste; se apoyaron en ti, y no los defraudaste. Pero yo, gusano soy y no hombre; la gente se burla de mí, el pueblo me desprecia. Cuantos me ven, se ríen de mí; lanzan insultos, meneando la cabeza: «Este confía en el SEÑOR, ¡pues que el SEÑOR lo ponga a salvo! Ya que en él se deleita, ¡que sea él quien lo libre!» Pero tú me sacaste del vientre materno; me hiciste reposar confiado en el regazo de mi madre. Fui puesto a tu cuidado desde antes de nacer; desde el vientre de mi madre mi Dios eres tú.