SALMOS 30:6-12
SALMOS 30:6-12 Reina Valera 2020 (RV2020)
En mi prosperidad dije yo: «No seré jamás conmovido», porque tú, Señor, con tu favor me afirmaste como a monte fuerte. Escondiste tu rostro, fui turbado. A ti, Señor, clamaré; al Señor suplicaré. ¿Qué provecho hay en mi muerte cuando descienda a la sepultura? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad? Oye, Señor, y ten misericordia de mí; Señor, ¡sé tú mi ayudador! Has cambiado mi lamento en baile; me despojaste del luto y me vestiste de alegría. Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Señor, Dios mío, ¡te alabaré para siempre!
SALMOS 30:6-12 La Palabra (versión española) (BLP)
Yo, sosegado, decía: «Nunca más sucumbiré». Señor, tu ayuda me exaltó cual monte poderoso, pero ocultaste tu rostro y sentí miedo. A ti, Señor, clamo; a mi Señor suplico. ¿Qué provecho hay en mi muerte, en que yo baje a la tumba? ¿Podrá alabarte el polvo? ¿Anunciará él tu fidelidad? ¡Escucha, Señor, ten compasión de mí; Señor, ven en mi ayuda! Convertiste mi llanto en danza, me despojaste del luto, me vestiste de fiesta para que te cante sin callar nunca; Señor, Dios mío, te alabaré por siempre.
SALMOS 30:6-12 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Cuando me sentí seguro, exclamé: «Jamás seré conmovido». Tú, SEÑOR, en tu buena voluntad, me afirmaste en elevado baluarte; pero escondiste tu rostro, y yo quedé confundido. A ti clamo, SEÑOR Soberano; a ti me vuelvo suplicante. ¿Qué ganas tú con que yo muera, con que descienda yo al sepulcro? ¿Acaso el polvo te alabará o proclamará tu verdad? Oye, SEÑOR; compadécete de mí. ¡Sé tú, SEÑOR, mi ayuda! Convertiste mi lamento en danza; me quitaste la ropa de luto y me vestiste de fiesta, para que te cante y te glorifique, y no me quede callado.