SALMOS 36:1-6
SALMOS 36:1-6 Reina Valera 2020 (RV2020)
La maldad del impío me dice al corazón: «No hay temor de Dios delante de sus ojos». Se jacta, por tanto, ante sus propios ojos, de que su maldad no será hallada y aborrecida. Las palabras de su boca son iniquidad y fraude; ha dejado de ser sensato y de hacer el bien. Maquina maldades en su cama, se aferra al mal en camino, no rechaza la maldad. Señor, hasta los cielos llega tu misericordia y tu fidelidad alcanza hasta las nubes. Tu justicia es como los altos montes; tus juicios, abismo grande. Tú, Señor, cuidas de hombres y animales.
SALMOS 36:1-6 La Palabra (versión española) (BLP)
El pecado habla al malvado en el fondo del corazón; el miedo a Dios no existe para él. Se enorgullece de sí mismo, incapaz de descubrir y odiar su culpa. Son sus palabras maldad y mentira, no quiere ser sensato ni obrar bien. En su cama maquina maldades, se aferra al mal camino, no rechaza la maldad. Señor, tu amor llega al cielo, tu fidelidad hasta las nubes; es tu justicia como los altos montes, como el profundo abismo tus juicios; Señor, tú salvas a personas y animales.
SALMOS 36:1-6 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Dice el pecador: «Ser impío lo llevo en el corazón». No hay temor de Dios delante de sus ojos. Cree que merece alabanzas y no halla aborrecible su pecado. Sus palabras son inicuas y engañosas; ha perdido el buen juicio y la capacidad de hacer el bien. Aun en su lecho trama hacer el mal; se aferra a su mal camino y persiste en la maldad. Tu amor, SEÑOR, llega hasta los cielos; tu fidelidad alcanza las nubes. Tu justicia es como las altas montañas; tus juicios, como el gran océano.