SALMOS 37:12-29
SALMOS 37:12-29 Reina Valera 2020 (RV2020)
Maquina el impío contra el justo y rechina contra él sus dientes. El Señor se reirá de él, porque ve que viene su día. Los impíos desenvainan espada y tensan su arco para derribar al pobre y al menesteroso, para matar a los de recto proceder. Su espada entrará en su mismo corazón y su arco será quebrado. Mejor es lo poco del justo que las riquezas de muchos pecadores, porque los brazos de los impíos serán quebrados; mas el que sostiene a los justos es el Señor. Conoce el Señor los días de los íntegros y la heredad de ellos será para siempre. No serán avergonzados en el tiempo de dificultad, y en los días de hambre serán saciados. Mas los impíos perecerán, los enemigos del Señor serán consumidos; como la grasa de los carneros, se disiparán como el humo. El impío toma prestado y no paga; pero el justo tiene misericordia y da. Los benditos de él heredarán la tierra, pero los que él maldice serán destruidos. El Señor dirige los caminos del ser humano y en su conducta se complace. Cuando caiga, no quedará postrado, porque el Señor sostiene su mano. Joven fui y he envejecido, y no he visto justo desamparado ni a su descendencia que mendigue pan. En todo tiempo tiene misericordia y presta. Su descendencia es para bendición. Apártate del mal, haz el bien y vivirás para siempre, porque el Señor ama la rectitud y no desampara a sus santos. Para siempre serán guardados, mas la descendencia de los impíos será destruida. Los justos heredarán la tierra y vivirán para siempre en ella.
SALMOS 37:12-29 La Palabra (versión española) (BLP)
El malvado maquina contra el justo, rechina sus dientes contra él. Pero mi Dios se ríe de él porque ve que llega su fin. Desenvainan su espada y tensan su arco los impíos para abatir al humilde y al oprimido, para aniquilar a los honrados. Pero su espada se hundirá en su corazón y quedarán rotos sus arcos. Es mejor la pobreza de un justo que la riqueza de muchos malvados; el poder del malvado se desvanece, mientras el Señor protege a los justos. El Señor conoce la vida de los buenos y su herencia durará por siempre. No serán defraudados en tiempo adverso, en tiempo de hambre quedarán saciados. Pero los malvados desaparecerán, los enemigos del Señor se extinguirán como el verdor del prado, se esfumarán como el humo. El malvado toma prestado y no devuelve, el justo es compasivo y dadivoso. Los que el Señor bendice heredarán la tierra, los que maldice serán aniquilados. El Señor afianza los pasos del ser humano y en su conducta se complace. Aunque caiga, no quedará postrado, porque el Señor sostiene su mano. Fui joven, soy ya viejo, pero nunca vi a un justo abandonado ni a sus hijos pidiendo pan. El justo es siempre compasivo y presta, ¡bendito sea su linaje! Apártate del mal, haz el bien y por siempre tendrás una morada. Porque el Señor ama el derecho y no abandona a sus fieles; en todo momento los protege y extermina el linaje de los malvados. Los justos poseerán la tierra y habitarán en ella por siempre.
SALMOS 37:12-29 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Los malvados conspiran contra los justos y crujen los dientes contra ellos; pero el Señor se ríe de los malvados, pues sabe que les llegará su hora. Los malvados sacan la espada y tensan el arco para abatir al pobre y al necesitado, para matar a los que viven con rectitud. Pero su propia espada les atravesará el corazón, y su arco quedará hecho pedazos. Más vale lo poco de un justo que lo mucho de innumerables malvados; porque el brazo de los impíos será quebrado, pero el SEÑOR sostendrá a los justos. El SEÑOR protege la vida de los íntegros, y su herencia perdura por siempre. En tiempos difíciles serán prosperados; en épocas de hambre tendrán abundancia. Los malvados, los enemigos del SEÑOR, acabarán por ser destruidos; desaparecerán como las flores silvestres, se desvanecerán como el humo. Los malvados piden prestado y no pagan, pero los justos dan con generosidad. Los benditos del SEÑOR heredarán la tierra, pero los que él maldice serán destruidos. El SEÑOR afirma los pasos del hombre cuando le agrada su modo de vivir; podrá tropezar, pero no caerá, porque el SEÑOR lo sostiene de la mano. He sido joven y ahora soy viejo, pero nunca he visto justos en la miseria, ni que sus hijos mendiguen pan. Prestan siempre con generosidad; sus hijos son una bendición. Apártate del mal y haz el bien, y siempre tendrás dónde vivir. Porque el SEÑOR ama la justicia y no abandona a quienes le son fieles. El SEÑOR los protegerá para siempre, pero acabará con la descendencia de los malvados. Los justos heredarán la tierra, y por siempre vivirán en ella.