SALMOS 42:8-11
SALMOS 42:8-11 La Palabra (versión española) (BLP)
De día el Señor envía su amor, de noche un canto me acompaña, una oración al Dios de mi vida. Pregunto a Dios, mi roca: «¿Por qué me has olvidado? ¿Por qué he de andar afligido por el acoso del enemigo?». Mis huesos están dañados, mis adversarios me insultan y no dejan de preguntarme: «¿Dónde está tu Dios?». ¿Por qué estoy abatido? ¿Por qué estoy tan turbado? En Dios pondré mi esperanza, no cesaré de alabarlo, ¡él es mi Dios salvador!
SALMOS 42:8-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pero de día mandará el Señor su misericordia y de noche su cántico estará conmigo, y mi oración al Dios de mi vida. Diré a Dios: «Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?». Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan cuando me dicen cada día: «¿Dónde está tu Dios?». ¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún he de alabarle, ¡salvación mía y Dios mío!
SALMOS 42:8-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Esta es la oración al Dios de mi vida: que de día el SEÑOR mande su amor, y de noche su canto me acompañe. Y le digo a Dios, a mi Roca: «¿Por qué me has olvidado? ¿Por qué debo andar de luto y oprimido por el enemigo?» Mortal agonía me penetra hasta los huesos ante la burla de mis adversarios, mientras me echan en cara a todas horas: «¿Dónde está tu Dios?» ¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza, y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios!