SALMOS 5:1-12
SALMOS 5:1-12 La Palabra (versión española) (BLP)
Señor, escucha mis palabras, atiende mi queja; Rey mío, Dios mío, oye mi grito de socorro, que a ti dirijo mi ruego. Señor, por la mañana escuchas mi súplica; de madrugada ante ti la presento y me quedo esperando. No eres un Dios que desee la maldad, en ti no encuentra refugio el malvado. No resisten tu mirada los necios, odias a los malhechores, aniquilas a los mentirosos; al cruel y al traidor, el Señor los aborrece. Pero yo, por tu inmenso amor, acudiré a tu morada y me postraré venerándote en tu santuario. Señor, guíame con tu justicia porque tengo enemigos, allana ante mí tu camino. No es su boca sincera, su interior es perverso, una tumba abierta es su garganta, aduladora es su lengua. Castígalos, Señor, que fracasen sus planes; expúlsalos por sus muchos crímenes, porque se han rebelado contra ti. ¡Que se alegren los que en ti confían, que por siempre se regocijen! Protege a los que te aman, para que se gocen en ti; porque tú, Señor, bendices al justo y tu bondad lo rodea como escudo.
SALMOS 5:1-12 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Señor, Rey mío y Dios mío, escucha mis palabras, atiende a mis gemidos, oye mis súplicas, pues a ti elevo mi oración. De mañana escuchas mi voz; muy temprano te expongo mi caso, y quedo esperando tu respuesta. No eres tú un Dios que se complace en lo malo; los malvados no pueden vivir a tu lado, ni en tu presencia hay lugar para los orgullosos. Tú odias a los malhechores, destruyes a los mentirosos y rechazas a los traidores y asesinos. En cambio yo, por tu gran amor, puedo entrar en tu templo; ¡puedo adorarte con toda reverencia mirando hacia tu santo templo! Señor, por causa de mis enemigos guíame en tu justicia, llévame por el buen camino. Ellos nunca hablan con sinceridad; ¡están corrompidos por dentro! Sepulcro abierto es su garganta; ¡su lengua es mentirosa! ¡Castígalos, Dios mío! ¡Haz que fracasen sus intrigas! Recházalos por sus muchos pecados, porque se han rebelado contra ti. Alégrense los que buscan tu protección; canten siempre de alegría, porque tú los proteges. Los que te aman, se alegran por causa tuya, pues tú, Señor, bendices al que es fiel; tu bondad lo rodea como un escudo.
SALMOS 5:1-12 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Atiende, SEÑOR, a mis palabras; toma en cuenta mis gemidos. Escucha mis súplicas, rey mío y Dios mío, porque a ti elevo mi plegaria. Por la mañana, SEÑOR, escuchas mi clamor; por la mañana te presento mis ruegos, y quedo esperando tu respuesta. Tú no eres un Dios que se complazca en lo malo; a tu lado no tienen cabida los malvados. No hay lugar en tu presencia para los altivos, pues aborreces a todos los malhechores. Tú destruyes a los mentirosos y aborreces a los tramposos y asesinos. Pero yo, por tu gran amor puedo entrar en tu casa; puedo postrarme reverente hacia tu santo templo. SEÑOR, por causa de mis enemigos, dirígeme en tu justicia; endereza delante de mí tu senda. En sus palabras no hay sinceridad; en su interior solo hay corrupción. Su garganta es un sepulcro abierto; con su lengua profieren engaños. ¡Condénalos, oh Dios! ¡Que caigan por sus propias intrigas! ¡Recházalos por la multitud de sus crímenes, porque se han rebelado contra ti! Pero que se alegren todos los que en ti buscan refugio; ¡que canten siempre jubilosos! Extiéndeles tu protección, y que en ti se regocijen todos los que aman tu nombre. Porque tú, SEÑOR, bendices a los justos; cual escudo los rodeas con tu buena voluntad.