Rey mío, Dios mío, oye mi grito de socorro, que a ti dirijo mi ruego.
Señor, Rey mío y Dios mío, escucha mis palabras, atiende a mis gemidos, oye mis súplicas, pues a ti elevo mi oración.
Escucha mis súplicas, rey mío y Dios mío, porque a ti elevo mi plegaria.
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