SALMOS 5:3-7
SALMOS 5:3-7 La Palabra (versión española) (BLP)
Señor, por la mañana escuchas mi súplica; de madrugada ante ti la presento y me quedo esperando. No eres un Dios que desee la maldad, en ti no encuentra refugio el malvado. No resisten tu mirada los necios, odias a los malhechores, aniquilas a los mentirosos; al cruel y al traidor, el Señor los aborrece. Pero yo, por tu inmenso amor, acudiré a tu morada y me postraré venerándote en tu santuario.
SALMOS 5:3-7 Reina Valera 2020 (RV2020)
Señor, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti y esperaré. Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; el malo no habitará junto a ti. Los insensatos no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los que hacen iniquidad. Destruirás a los que hablan mentira; al sanguinario y engañador abominará el Señor. Mas yo, por la abundancia de tu misericordia entraré en tu Casa; adoraré con reverencia hacia tu santo templo.
SALMOS 5:3-7 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
De mañana escuchas mi voz; muy temprano te expongo mi caso, y quedo esperando tu respuesta. No eres tú un Dios que se complace en lo malo; los malvados no pueden vivir a tu lado, ni en tu presencia hay lugar para los orgullosos. Tú odias a los malhechores, destruyes a los mentirosos y rechazas a los traidores y asesinos. En cambio yo, por tu gran amor, puedo entrar en tu templo; ¡puedo adorarte con toda reverencia mirando hacia tu santo templo!
SALMOS 5:3-7 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Por la mañana, SEÑOR, escuchas mi clamor; por la mañana te presento mis ruegos, y quedo esperando tu respuesta. Tú no eres un Dios que se complazca en lo malo; a tu lado no tienen cabida los malvados. No hay lugar en tu presencia para los altivos, pues aborreces a todos los malhechores. Tú destruyes a los mentirosos y aborreces a los tramposos y asesinos. Pero yo, por tu gran amor puedo entrar en tu casa; puedo postrarme reverente hacia tu santo templo.