SALMOS 6:1-10
SALMOS 6:1-10 Reina Valera 2020 (RV2020)
Señor, no me reprendas en tu enojo ni me castigues en tu ira. Ten misericordia de mí, Señor, porque estoy enfermo; sáname, Señor, porque mis huesos se estremecen. Mi alma también está muy abatida; y tú, Señor, ¿hasta cuándo? Vuélvete, Señor, libra mi alma. ¡Sálvame por tu misericordia!, porque en la muerte no hay memoria de ti; en el seol, ¿quién te alabará? Me he consumido a fuerza de gemir; todas las noches inundo de llanto mi lecho, riego mi cama con mis lágrimas. Mis ojos están gastados de sufrir; se han envejecido a causa de todos mis adversarios. ¡Apartaos de mí, todos los hacedores de maldad, porque el Señor ha oído la voz de mi lloro! El Señor ha oído mi ruego; ha recibido el Señor mi oración. Se avergonzarán y se turbarán mucho todos mis enemigos; se volverán y serán avergonzados de repente.
SALMOS 6:1-10 La Palabra (versión española) (BLP)
Señor, no me reprendas airado, no me castigues con furia. Señor, apiádate de mí que estoy débil; fortaléceme, pues me siento sin fuerzas y estoy profundamente abatido. Señor, ¿hasta cuándo? Mírame, Señor, y ponme a salvo; que tu amor me libre de la muerte, pues si uno muere pierde tu recuerdo; pues ¿quién puede alabarte en el reino de los muertos? Estoy cansado de llorar, cada noche baño en lágrimas mi cama, con mi llanto inundo mi lecho. Mis ojos se consumen de dolor, envejecen de tanta tristeza. ¡Alejaos de mí, malvados, porque el Señor ha escuchado mi llanto! El Señor ha escuchado mi ruego, el Señor ha acogido mi súplica. Mis enemigos, confusos y aterrados, huirán, quedarán de repente humillados.
SALMOS 6:1-10 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Señor, no me reprendas en tu enojo, ni me castigues en tu furor. Señor, ten compasión de mí, pues he perdido mis fuerzas. Señor, devuélveme la salud, pues todo el cuerpo me tiembla. ¡Estoy temblando de miedo! Y tú, Señor, ¿cuándo vendrás? Ven, Señor, ¡salva mi vida!, ¡sálvame, por tu amor! Nadie que esté muerto puede acordarse de ti; ¿quién podrá alabarte en el sepulcro? Estoy cansado de llorar. Noche tras noche lloro tanto, que inundo de lágrimas mi almohada. El dolor me nubla la vista; ¡se me nubla por culpa de mis enemigos! ¡Apartaos de mí, malhechores, que el Señor ha escuchado mis sollozos! El Señor ha escuchado mis ruegos, ¡el Señor ha aceptado mi oración! Mis enemigos, muertos de miedo, quedarán en ridículo; ¡en un abrir y cerrar de ojos huirán avergonzados!
SALMOS 6:1-10 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
No me reprendas, SEÑOR, en tu ira; no me castigues en tu furor. Ten compasión de mí, SEÑOR, porque desfallezco; sáname, SEÑOR, que un frío de muerte recorre mis huesos. Angustiada está mi alma; ¿hasta cuándo, SEÑOR, hasta cuándo? Vuélvete, SEÑOR, y sálvame la vida; por tu gran amor, ¡ponme a salvo! En la muerte nadie te recuerda; en el sepulcro, ¿quién te alabará? Cansado estoy de sollozar; toda la noche inundo de lágrimas mi cama, ¡mi lecho empapo con mi llanto! Desfallecen mis ojos a causa del dolor; desfallecen por culpa de mis enemigos. ¡Apartaos de mí, todos los malhechores, que el SEÑOR ha escuchado mi llanto! El SEÑOR ha escuchado mis ruegos; el SEÑOR ha tenido en cuenta mi oración. Todos mis enemigos quedarán avergonzados y confundidos; ¡su repentina vergüenza los hará retroceder!