SALMOS 71:17-24
SALMOS 71:17-24 La Palabra (versión española) (BLP)
Dios me instruyó desde mi juventud y hasta ahora anuncio tus prodigios. A pesar de mi vejez y mi pelo encanecido, tú, oh Dios, no me abandones, hasta que anuncie tu poder a esta generación, tu fuerza a todos sus descendientes. Tu justicia, oh Dios, llega hasta el cielo, tú has hecho grandes prodigios, ¿quién puede igualarse a ti? Me mostraste desgracias y males, pero volverás a darme la vida y a sacarme de los abismos de la tierra; tú acrecentarás mi dignidad, tú volverás a confortarme. Y yo alabaré con el arpa tu verdad, Dios mío; te cantaré con la cítara, oh santo de Israel. Te cantarán jubilosos mis labios, se alegrará mi vida que tú rescataste. Mi boca todo el día proclamará tu justicia, pues están avergonzados y humillados los que pretenden dañarme.
SALMOS 71:17-24 Reina Valera 2020 (RV2020)
Me enseñaste, Dios, desde mi juventud, y hasta ahora he manifestado tus maravillas. Aun en la vejez y las canas, Dios, no me desampares, hasta que anuncie tu poder a la posteridad, tu potencia a todos los que han de venir, y tu justicia, Dios, que llega hasta lo excelso. ¡Tú has hecho grandes cosas! Dios, ¿quién como tú? Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, volverás a darme vida y de nuevo me levantarás desde los abismos de la tierra. Aumentarás mi grandeza y volverás a consolarme. Asimismo, yo te alabaré con instrumento de salterio, Dios mío; tu lealtad cantaré a ti con el arpa, Santo de Israel. Mis labios se alegrarán cuando cante para ti; y mi alma, la cual redimiste. Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día; por cuanto han sido avergonzados, porque han sido confundidos los que mi mal procuraban.
SALMOS 71:17-24 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Tú, oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, y aún hoy anuncio todos tus prodigios. Aun cuando sea yo anciano y peine canas, no me abandones, oh Dios, hasta que anuncie tu poder a la generación venidera, y dé a conocer tus proezas a los que aún no han nacido. Oh Dios, tú has hecho grandes cosas; tu justicia llega a las alturas. ¿Quién como tú, oh Dios? Me has hecho pasar por muchos infortunios, pero volverás a darme vida; de las profundidades de la tierra volverás a levantarme. Acrecentarás mi honor y volverás a consolarme. Por tu fidelidad, Dios mío, te alabaré con instrumentos de cuerda; te cantaré, oh Santo de Israel, salmos con la lira. Gritarán de júbilo mis labios cuando yo te cante salmos, pues me has salvado la vida. Todo el día repetirá mi lengua la historia de tus justas acciones, pues quienes buscaban mi mal han quedado confundidos y avergonzados.