SALMOS 81:1-10
SALMOS 81:1-10 Reina Valera 2020 (RV2020)
¡Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra! ¡Al Dios de Jacob aclamad con júbilo! Entonad canción y tocad el pandero, el arpa que deleita y el salterio. Tocad la trompeta en la nueva luna, en el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne, porque estatuto es de Israel, ordenanza del Dios de Jacob. Lo constituyó como testimonio en José cuando salió por la tierra de Egipto. Oí un lenguaje que no entendía: «Aparté su hombro de debajo de la carga; sus manos fueron descargadas de los cestos. En la calamidad clamaste y yo te libré; te respondí en lo secreto del trueno; te probé junto a las aguas de Meriba. Selah Oye, pueblo mío, y te amonestaré. ¡Si me oyeras, Israel! No habrá en ti dios ajeno ni te inclinarás a dios extraño. Yo soy el Señor tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto; abre tu boca y yo la llenaré.
SALMOS 81:1-10 La Palabra (versión española) (BLP)
¡Cantad a Dios, nuestro refugio, aclamad al Dios de Jacob! Entonad un canto, tocad el pandero, la melodiosa cítara y el arpa; tocad la trompeta en el novilunio, en luna llena, el día de nuestra fiesta. Porque esto es una ley para Israel, es un mandato del Dios de Jacob, una norma que impuso a José cuando este salió de Egipto. Oí un lenguaje que no conocía: «Yo quité la carga de sus hombros, sus manos se libraron de la espuerta. En la angustia gritaste y te salvé, te contesté oculto en la tormenta, junto a las aguas de Meribá te probé». [Pausa] Escucha, pueblo mío, voy a prevenirte: ¡Israel, ojalá quieras escucharme! No tengas junto a ti a un dios extraño, no rindas culto a un dios ajeno. Yo soy Dios, tu Señor, quien te sacó de la tierra de Egipto. ¡Abre tu boca y yo te saciaré!
SALMOS 81:1-10 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Cantad alegres a Dios, nuestra fortaleza; ¡aclamad con regocijo al Dios de Jacob! ¡Entonad salmos! ¡Tocad ya la pandereta, la lira y el arpa melodiosa! Tocad el cuerno de carnero en la luna nueva, y en la luna llena, día de nuestra fiesta. Este es un decreto para Israel, una ordenanza del Dios de Jacob. Lo estableció como un pacto con José cuando salió de la tierra de Egipto. Escucho un idioma que no entiendo: «Te he quitado la carga de los hombros; tus manos se han librado del pesado cesto. En tu angustia me llamaste, y te libré; oculto en el nubarrón te respondí; en las aguas de Meribá te puse a prueba. Selah »Escucha, pueblo mío, mis advertencias; ¡ay, Israel, si tan solo me escucharas! No tendrás ningún dios extranjero, ni te inclinarás ante ningún dios extraño. Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto. Abre bien la boca, y te la llenaré.