SALMOS 90:10-17
SALMOS 90:10-17 Reina Valera 2020 (RV2020)
Los días de nuestra edad son setenta años. Si en los más robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, porque pronto pasan y volamos. ¿Quién conoce el poder de tu ira, y tu indignación según el temor que te es debido? Enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría. ¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo? ¡Ten compasión de tus siervos! De mañana sácianos de tu misericordia, y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días. Alégranos conforme a los días que nos afligiste y los años en que vimos el mal. Aparezca en tus siervos tu obra y tu gloria sobre sus hijos. Sea la luz del Señor, nuestro Dios, sobre nosotros. La obra de nuestras manos confirma sobre nosotros; sí, la obra de nuestras manos confirma.
SALMOS 90:10-17 La Palabra (versión española) (BLP)
Setenta años dura nuestra vida, durará ochenta si se es fuerte; pero es su brío tarea inútil, pues pronto pasa y desaparecemos. ¿Quién conoce el poder de tu cólera? Como tu furor, así es el respeto que inspiras. Enséñanos a contar nuestros días y tendremos así un corazón sabio. Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? ¡Apiádate de tus siervos! Cólmanos de tu amor por la mañana, para que cantemos alegres toda la vida. Alégranos tanto como días nos afligiste, como años conocimos el mal. Que se muestre a tus siervos tu obra y a tus hijos tu esplendor. Que descienda sobre nosotros la gracia del Señor, nuestro Dios. Afianza la obra de nuestras manos; sí, afianza la obra de nuestras manos.
SALMOS 90:10-17 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Algunos llegamos hasta los setenta años, quizás alcancemos hasta los ochenta, si las fuerzas nos acompañan. Tantos años de vida, sin embargo, solo traen pesadas cargas y calamidades: pronto pasan, y con ellos pasamos nosotros. ¿Quién puede comprender el furor de tu enojo? ¡Tu ira es tan grande como el temor que se te debe! Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría. ¿Cuándo, SEÑOR, te volverás hacia nosotros? ¡Compadécete ya de tus siervos! Sácianos de tu amor por la mañana, y toda nuestra vida cantaremos de alegría. Días y años nos has afligido, nos has hecho sufrir; ¡devuélvenos ahora ese tiempo en alegría! ¡Sean manifiestas tus obras a tus siervos, y tu esplendor a sus descendientes! Que el favor del Señor nuestro Dios esté sobre nosotros. Confirma en nosotros la obra de nuestras manos; sí, confirma la obra de nuestras manos.