ROMANOS 1:20-23
ROMANOS 1:20-23 Reina Valera 2020 (RV2020)
Porque las cosas invisibles de Dios, su eterno poder y su divinidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, y se pueden discernir por medio de las cosas creadas. Por lo tanto, no tienen excusa, pues, a pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que en sus razonamientos se dieron a especulaciones inútiles y su corazón insensato se llenó de oscuridad. Afirmando ser sabios, se volvieron tan tontos, que cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes de hombres mortales, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
ROMANOS 1:20-23 La Palabra (versión española) (BLP)
En efecto, partiendo de la creación del universo, la razón humana puede descubrir, a través de las cosas creadas, las perfecciones invisibles de Dios: su eterno poder y su divinidad. De ahí que no tengan disculpa, pues han conocido a Dios y, sin embargo, no le han tributado el honor que merecía, ni le han dado las gracias debidas. Al contrario, se han dejado entontecer con vanos pensamientos y su necio corazón se ha llenado de oscuridad. Alardeando de sabios, se volvieron tan insensatos que llegaron a cambiar la grandeza del Dios que nunca muere por imágenes de personas mortales, y aun de pájaros, de cuadrúpedos y de reptiles.
ROMANOS 1:20-23 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
pues lo invisible de Dios puede llegar a conocerse si se reflexiona en sus hechos. En efecto, desde que el mundo fue creado, se ha podido ver claramente que él es Dios y que su poder nunca tendrá fin. Por eso los malvados no tienen disculpa, pues aunque han conocido a Dios, no lo han honrado como a Dios ni le han dado gracias. Al contrario, han terminado pensando puras tonterías, y su necia mente se ha quedado a oscuras. Decían ser sabios, pero se hicieron tontos, pues cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes del hombre mortal, e incluso por imágenes de aves, cuadrúpedos y reptiles.
ROMANOS 1:20-23 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa. A pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se extraviaron en sus inútiles razonamientos, y se les oscureció su insensato corazón. Aunque afirmaban ser sabios, se volvieron necios y cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes que eran réplicas del hombre mortal, de las aves, de los cuadrúpedos y de los reptiles.