ROMANOS 11:11-24
ROMANOS 11:11-24 La Palabra (versión española) (BLP)
Y pregunto todavía: ¿Habrán caído los israelitas de manera que ya no puedan levantarse? ¡De ningún modo! Su caída ha servido para que las demás naciones puedan salvarse, provocando así la emulación de los judíos. Y si su caída ha sido provechosa para el mundo, si su fracaso ha beneficiado a las demás naciones, el beneficio será mucho mayor cuando también ellos alcancen la plenitud. Me dirijo ahora a vosotros, los paganos. Precisamente porque soy apóstol de los paganos, tengo que poner todo mi empeño en este ministerio, a ver si provoco la emulación de los de mi raza y consigo salvar a algunos de ellos. Porque si el rechazo momentáneo de los judíos ha servido para que el mundo vuelva a estar en paz con Dios, su readmisión ¿no será como un volver de los muertos a la vida? Y si los primeros panes están consagrados a Dios, lo está toda la masa; si está consagrada la raíz, lo están también las ramas. Es verdad que algunas ramas fueron desgajadas y que entre las que quedaban has sido injertado tú, que eras olivo silvestre, compartiendo así la raíz y la savia del olivo. Pero no vayas a creerte mejor que las ramas originales; en cualquier caso, a la hora de presumir, recuerda que no eres tú quien sostiene a la raíz, sino ella la que te sostiene a ti. Bien, dirás, «pero las ramas fueron desgajadas para injertarme a mí». De acuerdo, pero fue su infidelidad la causa del desgajamiento, mientras que tú te mantienes en pie por la fe. Así que no presumas y ándate con cuidado. Porque si Dios no tuvo miramientos con las ramas originales, tampoco los tendrá contigo. Ahí tienes a un Dios que es bueno y severo al mismo tiempo. Severo con los que cayeron; bueno, en cambio, contigo, con tal que tu vida responda a esa bondad. De lo contrario, también a ti te cortarán, en tanto que los israelitas, si no persisten en su infidelidad, volverán a ser injertados. Y Dios puede muy bien injertarlos de nuevo. Porque si tú, que eres por naturaleza olivo silvestre, has sido injertado contra tu naturaleza en el olivo productivo, con mucha más facilidad las ramas originales podrán ser injertadas en su propio olivo.
ROMANOS 11:11-24 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Ahora pregunto: ¿Acaso tropezaron para no volver a levantarse? ¡De ninguna manera! Más bien, gracias a su transgresión ha venido la salvación a los gentiles, para que Israel sienta celos. Pero, si su transgresión ha enriquecido al mundo, es decir, si su fracaso ha enriquecido a los gentiles, ¡cuánto mayor será la riqueza que su plena restauración producirá! Me dirijo ahora a vosotros, los gentiles. Como apóstol vuestro que soy, le hago honor a mi ministerio, pues quisiera ver si de algún modo despierto los celos de mi propio pueblo, para así salvar a algunos de ellos. Pues, si el haberlos rechazado dio como resultado la reconciliación entre Dios y el mundo, ¿no será su restitución una vuelta a la vida? Si se consagra la parte de la masa que se ofrece como primicias, también se consagra toda la masa; si la raíz es santa, también lo son las ramas. Ahora bien, es verdad que algunas de las ramas han sido desgajadas, y que tú, siendo de olivo silvestre, has sido injertado entre las otras ramas. Ahora participas de la savia nutritiva de la raíz del olivo. Sin embargo, no te vayas a creer mejor que las ramas originales. Y, si te jactas de ello, ten en cuenta que no eres tú quien nutre a la raíz, sino que es la raíz la que te nutre a ti. Tal vez dirás: «Desgajaron unas ramas para que yo fuera injertado». De acuerdo. Pero ellas fueron desgajadas por su falta de fe, y tú por la fe te mantienes firme. Así que no seas arrogante, sino temeroso; porque, si Dios no tuvo miramientos con las ramas originales, tampoco los tendrá contigo. Por tanto, considera la bondad y la severidad de Dios: severidad hacia los que cayeron y bondad hacia ti. Pero, si no te mantienes en su bondad, tú también serás desgajado. Y, si ellos dejan de ser incrédulos, serán injertados, porque Dios tiene poder para injertarlos de nuevo. Después de todo, si tú fuiste cortado de un olivo silvestre, al que por naturaleza pertenecías, y contra tu condición natural fuiste injertado en un olivo cultivado, ¡con cuánta mayor facilidad las ramas naturales de ese olivo serán injertadas de nuevo en él!
ROMANOS 11:11-24 Reina Valera 2020 (RV2020)
Entonces pregunto: ¿Acaso tropezaron de tal modo que cayesen del todo? ¡De ninguna manera! Pues debido a su caída ha venido la salvación a los gentiles, con el fin de provocarlos a celos. Y si su caída ha enriquecido al mundo, y su fracaso ha enriquecido a los gentiles, ¿cuánto más lo será su plena restauración? Porque os digo a vosotros, gentiles, que por cuanto yo soy apóstol de los gentiles, honro mi ministerio, y si pudiera de algún modo, provocaría los celos de los de mi nación para hacer salvos a algunos de ellos. Porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión sino vida de entre los muertos? Si el primer fruto es santo, también lo es el resto; y si la raíz es santa, también lo son las ramas. Si algunas de las ramas fueron cortadas y tú, que eras olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas y has sido hecho partícipe de la raíz y de la rica savia del olivo, no te jactes contra las ramas. Y si te jactas, recuerda que tú no sustentas a la raíz, sino la raíz a ti. Tal vez dirás: «Las ramas fueron cortadas para que yo fuera injertado». De acuerdo; por su incredulidad fueron cortadas, pero tú por la fe te mantienes ahí. Así que no seas altivo, sino más bien temeroso, porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará. Por lo tanto, ten en cuenta la bondad y la severidad de Dios: la severidad ciertamente con los que cayeron, pero la bondad contigo, si permaneces en esa bondad, pues de otra manera tú también serás cortado. Y aun ellos serán injertados si no permanecen en la incredulidad, pues Dios es poderoso para volverlos a injertar. Porque si tú, que por naturaleza eres olivo silvestre, contra natura fuiste cortado e injertado en el buen olivo, ¿cuánto más estos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?
ROMANOS 11:11-24 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Ahora pregunto: ¿Será que los judíos, al tropezar, cayeron para no levantarse? ¡De ninguna manera! Al contrario, al desobedecer los judíos, los demás han podido alcanzar la salvación y provocar así los celos de los israelitas. Por eso, si el delito y el fracaso de los judíos han resultado beneficiosos para el mundo, para los no judíos, ¡mucho más beneficiosa será su plena restauración! Pero tengo algo que deciros a vosotros, los que no sois judíos. Puesto que Dios me ha enviado como apóstol a los no judíos, yo doy mucha importancia a este servicio mío. Quiero que los de mi propia raza sientan celos de vosotros, para que así algunos de ellos alcancen la salvación. Pues si el rechazo de los judíos ha significado para el mundo la reconciliación con Dios, ¿qué no significará el que ellos sean aceptados? ¡Nada menos que vida para los que estaban muertos! Pues si el primer pan que se hace de la masa está consagrado a Dios, también lo está la masa entera. Y si la raíz de un árbol está consagrada a Dios, también lo están las ramas. De entre los judíos, que eran como las ramas naturales del olivo, algunos fueron cortados, y en su lugar fuiste injertado tú, que eras como una rama de olivo silvestre. Así llegaste a tener parte en la misma raíz y en la misma savia del olivo. Pero no te creas mejor que las ramas naturales. Y si te crees mejor, recuerda que no eres tú quien sostiene a la raíz sino que la raíz te sostiene a ti. Tal vez dirás: “Sí, pero las ramas fueron cortadas para injertarme a mí en el olivo.” Bien, pero fueron cortadas porque no tenían fe, mientras que tú estás ahí únicamente porque tienes fe. Así que no te jactes, sino más bien siente temor. Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, tampoco a ti te perdonará. Mira, pues, qué bueno es Dios, aunque también qué severo. Ha sido severo con los que cayeron y ha sido bueno contigo. Pero tienes que vivir siempre de acuerdo con su bondad, pues de lo contrario también tú serás cortado. Por otra parte, si los judíos abandonan su incredulidad serán injertados de nuevo, pues Dios tiene poder para volver a injertarlos. Porque si tú, que no eres judío, fuiste cortado de un olivo silvestre e injertado contra lo natural en el olivo auténtico, ¡cuánto más los judíos, que son las ramas naturales del olivo auténtico, serán injertados nuevamente en su propio olivo!