ROMANOS 8:19-23
ROMANOS 8:19-23 La Palabra (versión española) (BLP)
La creación, en efecto, espera con impaciencia que se nos descubra lo que serán los hijos de Dios. Sometida a la caducidad, no voluntariamente, sino porque Dios así lo dispuso, abriga la esperanza de compartir, libre de la servidumbre de la corrupción, la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Y es que la creación entera está gimiendo, a una, con dolores de parto hasta el día de hoy. Pero no solo ella; también nosotros, los que estamos en posesión del Espíritu como primicias del futuro, suspiramos en espera de que Dios nos haga sus hijos y libere nuestro cuerpo.
ROMANOS 8:19-23 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
La creación espera con gran impaciencia el momento en que se manifieste que somos hijos de Dios. Porque la creación perdió toda su razón de ser, no por propia voluntad, sino por aquel que así lo dispuso; pero le quedaba siempre la esperanza de ser liberada de la esclavitud y la destrucción, para alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Sabemos que hasta ahora la creación se queja y sufre como una mujer con dolores de parto. Y no solo sufre la creación, sino también nosotros que ya tenemos el Espíritu como anticipo de lo que hemos de recibir. Sufrimos intensamente esperando el momento en que Dios nos adopte como hijos, con lo cual serán liberados nuestros cuerpos.
ROMANOS 8:19-23 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios, porque fue sometida a la frustración. Esto no sucedió por su propia voluntad, sino por la del que así lo dispuso. Pero queda la firme esperanza de que la creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza, para alcanzar así la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores de parto. Y no solo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos nuestra adopción como hijos, es decir, la redención de nuestro cuerpo.