¿Cómo se sabrá que me miras con agrado —a mí y a tu pueblo— si no vienes con nosotros? Pues tu presencia con nosotros es la que nos separa —a tu pueblo y a mí— de todos los demás pueblos de la tierra.
El SEÑOR contestó a Moisés:
—Ciertamente haré lo que me pides, porque te miro con agrado y te conozco por tu nombre.