Pero muchos quedaron asombrados cuando lo vieron.
Tenía el rostro tan desfigurado que apenas parecía un ser humano,
y por su aspecto, no se veía como un hombre.
Y él alarmará a muchas naciones;
los reyes quedarán mudos ante él.
Verán lo que no se les había contado;
entenderán lo que no habían oído hablar.