Esto dice el SEÑOR:
«Malditos son los que ponen su confianza en simples seres humanos,
que se apoyan en la fuerza humana
y apartan el corazón del SEÑOR.
Son como los arbustos raquíticos del desierto,
sin esperanza para el futuro.
Vivirán en lugares desolados,
en tierra despoblada y salada.