Versículos más leídos de la Biblia Mateo 26

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Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil».

«Es tal la angustia que me invade que me siento morir —les dijo—. Quédense aquí y manténganse despiertos conmigo».

Yendo un poco más allá, se arrodilló, se inclinó hasta tocar el suelo con su rostro, y oró: «Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo. Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú».

Esto es mi sangre del pacto, que es derramada por muchos para el perdón de pecados.

Mientras comían, Jesús tomó pan y lo bendijo. Luego lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciéndoles: ―Tomen y coman; esto es mi cuerpo.

Después tomó la copa, dio gracias y se la ofreció, diciéndoles: ―Beban de ella todos ustedes.

Luego volvió adonde estaban sus discípulos y los encontró dormidos. «¿No pudieron mantenerse despiertos conmigo ni una hora? —le dijo a Pedro—.

Les digo que no beberé de este fruto de la vid desde ahora en adelante, hasta aquel día en que beba con ustedes el vino nuevo en el reino de mi Padre.

Entonces Pedro se acordó de lo que Jesús había dicho: «Antes de que cante el gallo, me negarás tres veces». Y, saliendo de allí, lloró amargamente.

¡Levántense! ¡Vámonos! ¡Ahí viene el que me traiciona!».

―Guarda tu espada —le dijo Jesús—, porque los que a hierro matan, a hierro mueren.