Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula el costo, a ver si tiene lo suficiente para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda terminarla, todos los que lo vean empiecen a burlarse de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo terminar.