lloraron a más no poder. Las dos esposas de David, Ahinoam de Jezreel y Abigail, la viuda de Nabal de Carmelo, estaban entre los que fueron capturados. David ahora se encontraba en gran peligro, porque todos sus hombres estaban muy resentidos por haber perdido a sus hijos e hijas, y comenzaron a hablar acerca de apedrearlo. Pero David encontró fuerzas en el SEÑOR su Dios.
Leer 1 Samuel 30
Escuchar 1 Samuel 30
Compartir
Comparar todas las versiones: 1 Samuel 30:4-6
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos