»Por tanto, cuando en el lugar santo vean la abominación desoladora, de la que habló el profeta Daniel (el que lee, que entienda),
los que estén en Judea, huyan a los montes;
el que esté en la azotea, no baje para llevarse algo de su casa;
y el que esté en el campo, no vuelva atrás a tomar su capa.
Pero ¡ay de las que en esos días estén embarazadas o amamantando!
Pídanle a Dios que no tengan que huir en invierno ni en día de reposo,
porque entonces habrá una gran tribulación, como no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás.
Si aquellos días no fueran acortados, nadie sería salvo, pero serán acortados por causa de los escogidos.
Así que, si alguien les dice: “Miren, aquí está el Cristo”, o “Miren, allí está”, no lo crean.
Porque surgirán falsos cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que, de ser posible, engañarán incluso a los elegidos.
Ya los he prevenido de todo.
Así que, si les dicen: “Miren, está en el desierto”, no vayan; o si les dicen: “Miren, está en los aposentos”, no lo crean.
Porque la venida del Hijo del Hombre será como el relámpago que sale del oriente y puede verse hasta el occidente.
Porque los buitres se juntan donde está el cadáver.
»Inmediatamente después de la aflicción de aquellos días, el sol se oscurecerá y la luna dejará de brillar, las estrellas caerán del cielo, y los poderes celestiales se estremecerán.
Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre, y todas las tribus de la tierra se lamentarán, y verán al Hijo del Hombre venir sobre las nubes del cielo, con gran poder y gloria.
Y enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta, y de los cuatro vientos, desde un extremo al otro del cielo, ellos juntarán a sus elegidos.
»De la higuera deben aprender esta parábola: Cuando sus ramas se ponen tiernas, y le brotan las hojas, ustedes saben que el verano ya está cerca.
De la misma manera, cuando ustedes vean todas estas cosas, sepan que la hora ya está cerca, y que está a la puerta.
De cierto les digo, que todo esto sucederá antes de que pase esta generación.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.