Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

San Mateo 26:45-56

San Mateo 26:45-56 RVC

Luego volvió con sus discípulos y les dijo: «Sigan durmiendo y descansando. Miren que ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. ¡Vamos, levántense, que ya se acerca el que me traiciona!» Todavía estaba hablando Jesús cuando llegó Judas, que era uno de los doce. Con él venía mucha gente armada con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo. El que lo estaba traicionando les había dado esta contraseña: «Al que yo le dé un beso, ese es; arréstenlo.» Enseguida se acercó a Jesús, y le dijo: «¡Hola, Maestro!» Y le dio un beso. Jesús le dijo: «Amigo, ¿a qué vienes?» Entonces aquellos hombres se acercaron, le echaron mano y lo arrestaron. Pero uno de los que estaban con Jesús extendió su mano, sacó su espada, e hirió a un siervo del sumo sacerdote, y le cortó una oreja. Entonces Jesús le dijo: «Vuelve tu espada a su lugar. Quien esgrime la espada, muere por la espada. ¿No te parece que yo puedo orar a mi Padre, y que él puede mandarme ahora mismo más de doce legiones de ángeles? Pero entonces ¿cómo se cumplirían las Escrituras? Porque es necesario que así suceda.» En ese momento, Jesús dijo a la gente: «¿Han venido a arrestarme con espadas y palos, como si fuera yo un ladrón? ¡Todos los días me sentaba a enseñarles en el templo, y ustedes no me aprehendieron! Pero todo esto sucede, para que se cumpla lo escrito por los profetas.» Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron.

Video for San Mateo 26:45-56