A su lado estaban los tecoítas, aunque en las obras del Señor no se contó con la ayuda de los jefes del pueblo.
»La Puerta Vieja fue restaurada por Joyadá hijo de Paseaj y por Mesulán hijo de Besodías, quienes recubrieron de madera las puertas y les pusieron cerraduras y cerrojos.
A su lado estaban Melatías el gabaonita y Yadón el meronotita, que venían de Gabaón y de Mispá, pueblos que estaban bajo el dominio del gobernador de la ribera occidental del río Éufrates.
También los ayudaron Uziel hijo de Jaraías, que sabía trabajar la plata, y el perfumista Jananías, que repararon la muralla de Jerusalén hasta su parte ancha;
y Refaías hijo de Jur, que gobernaba la mitad de la región de Jerusalén.
Frente a su casa se les unió Jedaías hijo de Jarumaf, y también Jatús hijo de Jasabnías.
Malquías hijo de Jarín y Jasub hijo de Pajat Moab restauraron otro tramo de la muralla y de la Torre de los Hornos.
A ellos se les unieron Salún hijo de Halojés, que era gobernador de la mitad de la región de Jerusalén, y sus hijas.
»Janún y los habitantes de Zanoaj restauraron la puerta del valle; reconstruyeron cuatrocientos cincuenta metros de la muralla, hasta la Puerta del Basurero, y a las puertas les pusieron cerraduras y cerrojos.
Malquías hijo de Recab, que gobernaba la provincia de Bet Haqueren, reconstruyó la Puerta del Basurero y otras puertas, y les puso cerraduras y cerrojos.
»La Puerta de la Fuente fue reconstruida por Salún hijo de Coljozé, que era gobernador de la región de Mispá; fue él quien recubrió de madera las puertas, y quien les puso cerraduras y cerrojos; además, reconstruyó la muralla del estanque de Siloé, que va hacia el huerto del rey y llega a las escaleras que bajan de la Ciudad de David.
Nehemías hijo de Azbuc, que era gobernador de la otra mitad de Betsur, reconstruyó las murallas que pasan frente al sepulcro de David, hasta el estanque labrado y la Mansión de los Valientes.
Le siguieron los levitas Rejún hijo de Bani y Jasabías, que era el gobernador de la mitad de la región de Keila, el cual reconstruyó a nombre de su región.
»A continuación se les unieron sus parientes Bavay hijo de Henadad, que era el gobernador de la otra mitad de Keila,
y Ezer hijo de Josué, que era el gobernador de Mispá, los cuales reconstruyeron las murallas que pasan frente a la cuesta de la armería de la esquina.
Le siguió Baruc hijo de Zabay, que con mucho fervor restauró el tramo que va de la esquina hasta la puerta de la casa de Eliasib, el sumo sacerdote.
El siguiente tramo, que va de la entrada de la casa de Eliasib hasta la parte final, lo restauró Meremot, el hijo de Urías y nieto de Cos.
Después de él se unieron a la restauración los sacerdotes de la llanura.
Benjamín y Jasub restauraron las murallas que estaban frente a su casa; Azarías, el hijo de Maseías y nieto de Jananías continuó el trabajo cerca de su casa.
Binúi hijo de Henadad reconstruyó el tramo que va de la casa de Azarías al ángulo entrante de la muralla, y hasta la esquina.
Le siguió Palal hijo de Uzay, que restauró el frente de la esquina y la torre que sobresale del palacio real, la cual está en el patio de la cárcel. Le siguió Pedaías hijo de Farós.
»Los sirvientes del templo que habitaban en Ofel no se quedaron atrás, pues restauraron incluso el frente de la Puerta de las Aguas y la torre que sobresale.