Ezequiel 34
34
Profecía contra los pastores de Israel#34.1-31 En este pasaje, que retoma y amplía el texto de Jer 23.1-6, se combinan varios temas. En la primera parte (vv. 1-16), el Señor declara que despojará de sus cargos a los malos pastores y que él mismo apacentará su rebaño. En la segunda parte (vv. 17-22), la acusación se dirige contra las ovejas gordas, que oprimen y hacen violencia a las más débiles. Luego, el Señor anuncia que un nuevo David será el pastor del único rebaño (vv. 23-24), y concluye con la promesa de una nueva alianza (v. 25) y de abundantes bendiciones en una era de prosperidad y paz (vv. 26-31).
1El Señor se dirigió a mí, y me dijo: 2«Tú, hombre, habla en mi nombre contra los pastores de Israel, y diles: “Esto dice el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se cuidan a sí mismos! Lo que deben cuidar los pastores es el rebaño. 3Ustedes se beben la leche, se hacen vestidos con la lana y matan las ovejas más gordas, pero no cuidan el rebaño. 4Ustedes no ayudan a las ovejas débiles, ni curan a las enfermas, ni vendan a las que tienen alguna pata rota, ni hacen volver a las que se extravían, ni buscan a las que se pierden, sino que las tratan con dureza y crueldad. 5Mis ovejas se quedaron sin pastor y se dispersaron,#34.5 Nm 27.16-17; 2 Cr 18.16; Jer 50.6-7; Zac 10.2; Mt 9.36; Mc 6.34. y las fieras salvajes se las comieron. 6Se dispersaron por todos los montes y cerros altos, se extraviaron por toda la tierra, y no hubo nadie que se preocupara por ellas y fuera a buscarlas.
7»”Así que, pastores, escuchen bien mis palabras. 8Yo, el Señor, lo juro por mi vida: Fieras salvajes de todas clases han robado y devorado a mis ovejas, porque no tienen pastor. Mis pastores no van a buscar a las ovejas. Los pastores cuidan de sí mismos, pero no de mi rebaño. 9Por eso, pastores, escuchen las palabras 10que yo, el Señor, les dirijo: Pastores, yo me declaro su enemigo y les voy a reclamar mi rebaño; les voy a quitar el encargo de cuidarlo, para que no se sigan cuidando ustedes mismos; rescataré a mis ovejas, para que ustedes no se las sigan comiendo.”
El buen pastor#34.11-31 Después de la caída de Jerusalén, la predicación de Ezequiel cambia completamente de tono. En el centro de su mensaje ya no está el anuncio del castigo sino la promesa de la salvación. Esta promesa, repetida una y otra vez en los caps. siguientes, hizo renacer la esperanza en el ánimo de los deportados y los ayudó a vencer el pesimismo y la desconfianza que se habían apoderado de ellos (cf. Ez 33.10; 37.11). Véase también Ez 36.25-27 n.
11»Yo, el Señor, digo: Yo mismo voy a encargarme del cuidado de mi rebaño. 12Como el pastor que se preocupa por sus ovejas cuando están dispersas, así me preocuparé yo de mis ovejas; las rescataré de los lugares por donde se dispersaron en un día oscuro y de tormenta. 13Las sacaré de los países extranjeros, las reuniré y las llevaré a su propia tierra. Las llevaré a comer a los montes de Israel, y por los arroyos, y por todos los lugares habitados del país. 14Las llevaré a comer los mejores pastos, en los pastizales de las altas montañas de Israel. Allí podrán descansar y comer los pastos más ricos. 15Yo mismo seré el pastor de mis ovejas, yo mismo las llevaré a descansar.#34.13-15 Sal 23. Yo, el Señor, lo afirmo. 16Buscaré a las ovejas perdidas,#34.16 Cf. Lc 15.4-7. traeré a las extraviadas, vendaré a las que tengan alguna pata rota, ayudaré a las débiles, y cuidaré#34.16 Cuidaré: según versiones antiguas. Heb. destruiré. a las gordas y fuertes. Yo las cuidaré como es debido.#34.11-16 Is 40.11; Eclo 18.13.
17»Yo, el Señor, digo: Escuchen, ovejas mías: Voy a hacer justicia entre los corderos y los cabritos.#34.17 Cf. Mt 25.31-34. 18¿No les basta con comerse el mejor pasto, sino que tienen que pisotear el que queda? Beben el agua clara, y la demás la enturbian con las patas. 19Y mis ovejas tienen que comer el pasto que ustedes han pisoteado y beber el agua que ustedes han enturbiado. 20Por eso yo, el Señor, les digo: Voy a hacer justicia entre las ovejas gordas y las flacas. 21Ustedes han alejado a empujones a las débiles, las han atacado a cornadas y las han hecho huir. 22Pero yo voy a salvar a mis ovejas. No dejaré que las sigan robando. Voy a hacer justicia entre las ovejas. 23Voy a hacer que vuelva mi siervo David, y lo pondré como único pastor, y él las cuidará. Él será su pastor.#34.23 Cf. Jn 10; Ap 7.17. 24Yo, el Señor, seré su Dios, y mi siervo David será su jefe.#Ez 37.24-25. Yo, el Señor, he hablado. 25Voy a hacer una alianza con ellas, para asegurarles una vida tranquila. Haré desaparecer las fieras del país, para que mis ovejas puedan vivir tranquilas en campo abierto y dormir en los bosques.
26»Yo pondré a mis ovejas alrededor de mi monte santo, y las bendeciré; les enviaré lluvias de bendición en el tiempo oportuno. 27Los árboles del campo darán su fruto, la tierra dará sus cosechas, y ellas vivirán tranquilas en su propia tierra. Cuando yo libere a mi pueblo de quienes lo han esclavizado, entonces reconocerán que yo soy el Señor. 28Los pueblos extranjeros no volverán a apoderarse de ellos, ni las fieras volverán a devorarlos. Vivirán tranquilos, sin que nadie los asuste. 29Les daré sembrados fértiles,#34.29 Fértiles: según versiones antiguas. Heb. famosos. y ellos no volverán a sufrir hambre ni las demás naciones volverán a burlarse de ellos. 30Entonces reconocerán que yo, el Señor su Dios, estoy con ellos, y que Israel es mi pueblo. Yo, el Señor, lo afirmo. 31Ustedes son mis ovejas, las ovejas de mi prado.#34.31 Así, con versiones antiguas. El texto hebreo añade hombres. Yo soy su Dios. Yo, el Señor, lo afirmo.»
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Ezequiel 34: DHH94I
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Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.
Ezequiel 34
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Profecía contra los pastores de Israel#34.1-31 En este pasaje, que retoma y amplía el texto de Jer 23.1-6, se combinan varios temas. En la primera parte (vv. 1-16), el Señor declara que despojará de sus cargos a los malos pastores y que él mismo apacentará su rebaño. En la segunda parte (vv. 17-22), la acusación se dirige contra las ovejas gordas, que oprimen y hacen violencia a las más débiles. Luego, el Señor anuncia que un nuevo David será el pastor del único rebaño (vv. 23-24), y concluye con la promesa de una nueva alianza (v. 25) y de abundantes bendiciones en una era de prosperidad y paz (vv. 26-31).
1El Señor se dirigió a mí, y me dijo: 2«Tú, hombre, habla en mi nombre contra los pastores de Israel, y diles: “Esto dice el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se cuidan a sí mismos! Lo que deben cuidar los pastores es el rebaño. 3Ustedes se beben la leche, se hacen vestidos con la lana y matan las ovejas más gordas, pero no cuidan el rebaño. 4Ustedes no ayudan a las ovejas débiles, ni curan a las enfermas, ni vendan a las que tienen alguna pata rota, ni hacen volver a las que se extravían, ni buscan a las que se pierden, sino que las tratan con dureza y crueldad. 5Mis ovejas se quedaron sin pastor y se dispersaron,#34.5 Nm 27.16-17; 2 Cr 18.16; Jer 50.6-7; Zac 10.2; Mt 9.36; Mc 6.34. y las fieras salvajes se las comieron. 6Se dispersaron por todos los montes y cerros altos, se extraviaron por toda la tierra, y no hubo nadie que se preocupara por ellas y fuera a buscarlas.
7»”Así que, pastores, escuchen bien mis palabras. 8Yo, el Señor, lo juro por mi vida: Fieras salvajes de todas clases han robado y devorado a mis ovejas, porque no tienen pastor. Mis pastores no van a buscar a las ovejas. Los pastores cuidan de sí mismos, pero no de mi rebaño. 9Por eso, pastores, escuchen las palabras 10que yo, el Señor, les dirijo: Pastores, yo me declaro su enemigo y les voy a reclamar mi rebaño; les voy a quitar el encargo de cuidarlo, para que no se sigan cuidando ustedes mismos; rescataré a mis ovejas, para que ustedes no se las sigan comiendo.”
El buen pastor#34.11-31 Después de la caída de Jerusalén, la predicación de Ezequiel cambia completamente de tono. En el centro de su mensaje ya no está el anuncio del castigo sino la promesa de la salvación. Esta promesa, repetida una y otra vez en los caps. siguientes, hizo renacer la esperanza en el ánimo de los deportados y los ayudó a vencer el pesimismo y la desconfianza que se habían apoderado de ellos (cf. Ez 33.10; 37.11). Véase también Ez 36.25-27 n.
11»Yo, el Señor, digo: Yo mismo voy a encargarme del cuidado de mi rebaño. 12Como el pastor que se preocupa por sus ovejas cuando están dispersas, así me preocuparé yo de mis ovejas; las rescataré de los lugares por donde se dispersaron en un día oscuro y de tormenta. 13Las sacaré de los países extranjeros, las reuniré y las llevaré a su propia tierra. Las llevaré a comer a los montes de Israel, y por los arroyos, y por todos los lugares habitados del país. 14Las llevaré a comer los mejores pastos, en los pastizales de las altas montañas de Israel. Allí podrán descansar y comer los pastos más ricos. 15Yo mismo seré el pastor de mis ovejas, yo mismo las llevaré a descansar.#34.13-15 Sal 23. Yo, el Señor, lo afirmo. 16Buscaré a las ovejas perdidas,#34.16 Cf. Lc 15.4-7. traeré a las extraviadas, vendaré a las que tengan alguna pata rota, ayudaré a las débiles, y cuidaré#34.16 Cuidaré: según versiones antiguas. Heb. destruiré. a las gordas y fuertes. Yo las cuidaré como es debido.#34.11-16 Is 40.11; Eclo 18.13.
17»Yo, el Señor, digo: Escuchen, ovejas mías: Voy a hacer justicia entre los corderos y los cabritos.#34.17 Cf. Mt 25.31-34. 18¿No les basta con comerse el mejor pasto, sino que tienen que pisotear el que queda? Beben el agua clara, y la demás la enturbian con las patas. 19Y mis ovejas tienen que comer el pasto que ustedes han pisoteado y beber el agua que ustedes han enturbiado. 20Por eso yo, el Señor, les digo: Voy a hacer justicia entre las ovejas gordas y las flacas. 21Ustedes han alejado a empujones a las débiles, las han atacado a cornadas y las han hecho huir. 22Pero yo voy a salvar a mis ovejas. No dejaré que las sigan robando. Voy a hacer justicia entre las ovejas. 23Voy a hacer que vuelva mi siervo David, y lo pondré como único pastor, y él las cuidará. Él será su pastor.#34.23 Cf. Jn 10; Ap 7.17. 24Yo, el Señor, seré su Dios, y mi siervo David será su jefe.#Ez 37.24-25. Yo, el Señor, he hablado. 25Voy a hacer una alianza con ellas, para asegurarles una vida tranquila. Haré desaparecer las fieras del país, para que mis ovejas puedan vivir tranquilas en campo abierto y dormir en los bosques.
26»Yo pondré a mis ovejas alrededor de mi monte santo, y las bendeciré; les enviaré lluvias de bendición en el tiempo oportuno. 27Los árboles del campo darán su fruto, la tierra dará sus cosechas, y ellas vivirán tranquilas en su propia tierra. Cuando yo libere a mi pueblo de quienes lo han esclavizado, entonces reconocerán que yo soy el Señor. 28Los pueblos extranjeros no volverán a apoderarse de ellos, ni las fieras volverán a devorarlos. Vivirán tranquilos, sin que nadie los asuste. 29Les daré sembrados fértiles,#34.29 Fértiles: según versiones antiguas. Heb. famosos. y ellos no volverán a sufrir hambre ni las demás naciones volverán a burlarse de ellos. 30Entonces reconocerán que yo, el Señor su Dios, estoy con ellos, y que Israel es mi pueblo. Yo, el Señor, lo afirmo. 31Ustedes son mis ovejas, las ovejas de mi prado.#34.31 Así, con versiones antiguas. El texto hebreo añade hombres. Yo soy su Dios. Yo, el Señor, lo afirmo.»
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Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.