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Oseas 8:1-14

Oseas 8:1-14 DHH94I

»Toca tu trompeta, como centinela que vigila sobre el pueblo del Señor. Porque han faltado a mi alianza y se han rebelado contra mi enseñanza. Mientras tanto, vienen a mí gritando: “¡Te reconocemos como el Dios de Israel!” Pero Israel ha rechazado lo bueno, y por eso lo perseguirán sus enemigos. »Sin contar conmigo han establecido reyes, y han nombrado jefes sin saberlo yo. Han tomado su plata y su oro para fabricarse ídolos y destruirse a sí mismos. ¡Me repugna el becerro que tú, Samaria, adoras! Mi enojo se ha encendido en contra de él. ¿Cuánto tardarán en quedar limpios los israelitas? ¡Ese becerro de Samaria no es Dios! Salió de manos de un artesano, y será hecho pedazos. Ellos sembraron vientos y cosecharán tempestades; no tendrán campos que segar, ni sacarán harina de sus espigas; y si acaso llegan a sacarla, los extranjeros se la comerán. ¡Israel ha sido tragado! Las otras naciones lo miran como a un objeto sin valor, por haber acudido a Asiria como un terco asno salvaje. ¡Efraín dio regalos para comprarse amantes! Pero aunque dé regalos entre las naciones, yo voy ahora a dispersarlos, y durante un tiempo dejarán de surgir reyes y jefes. »Porque Efraín construye multitud de altares, que solo le sirven para pecar. Aunque yo escribí para él mis muchas enseñanzas, él las tuvo por cosa extraña. A ellos les gustan los sacrificios, y sacrifican, y comen la carne de los sacrificios; pero yo, el Señor, no estoy contento con ellos: recordaré las maldades que cometieron, y los castigaré por su pecado haciéndolos regresar a Egipto. Israel construye palacios, pero se olvida de su creador. Judá levanta muchas ciudades fortificadas, pero yo las haré arder en un fuego que consumirá sus palacios.»

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