Odio las reuniones de los malvados; ¡jamás conviví con los perversos! Lavadas ya mis manos y limpias de pecado, quiero, Señor, acercarme a tu altar, y entonar cantos de alabanza, y proclamar tus maravillas. Yo amo, Señor, el templo donde vives, el lugar donde reside tu gloria.
Leer Salmos 26
Compartir
Comparar todas las versiones: Salmos 26:5-8
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos