Salmos 42
42
LIBRO II
(Sal 42—72)
Mi esperanza está en Dios#Salmos 42—43 Los salmos 42 y 43 forman un solo poema, como lo indica la repetición del mismo estribillo (42.5 [6],11 [12]; 43.5) y la presencia de otras expresiones que también se repiten (42.9 [10]; 43.2). Se trata de la súplica de un israelita piadoso (quizá un sacerdote o un levita) que se encuentra exiliado en un ambiente hostil y, sobre todo, lejos del templo de Jerusalén. Cf. Sal 63; 84.
1 (1) Del maestro de coro. Poemas de los hijos de Coré.#42.0(1) En tiempos de David, los hijos de Coré, es decir, sus descendientes (Nm 16; 26.9-11), pasaron a cumplir diversas funciones en el templo (1 Cr 6.37 [22]; 26.1). A ellos se les atribuyen los salmos 42—49, 84—85 y 87—88.
1 1 (2) Como ciervo sediento en busca de un río,
así, Dios mío, te busco a ti.
2 2 (3) Tengo sed de Dios, del Dios de la vida.#42.1-2(2-3) Sal 63.1(2); 143.6. Véase Señor en el Índice temático.
¿Cuándo volveré a presentarme ante Dios?#42.2(3) ¿Cuándo volveré a presentarme ante Dios?: Esta pregunta expresa el ardiente deseo de ver de nuevo el templo y participar de su culto. Otra posible traducción: ¿Cuándo iré a ver el rostro de Dios? Cf. Sal 27.4.
3 3 (4) Día y noche, mis lágrimas son mi alimento,
mientras a todas horas me preguntan:
«¿Dónde está tu Dios?»#42.3(4) «¿Dónde está tu Dios?»: Pregunta llena de sarcasmo, que se encuentra con frecuencia en labios de los paganos cuando los fieles del Señor padecen algún sufrimiento o pasan por alguna situación difícil. Cf. Sal 79.10; 115.2; Jl 2.17; Miq 7.10.
4 4 (5) Cuando pienso en estas cosas,
doy rienda suelta a mi dolor.
Recuerdo cuando yo iba con la gente,
conduciéndola al templo de Dios
entre gritos de alegría y gratitud.
¡Qué gran fiesta entonces!
5 5 (6) ¿Por qué voy a desanimarme?
¿Por qué voy a estar preocupado?
Mi esperanza he puesto en Dios,
a quien todavía seguiré alabando.
¡Él es mi Dios y Salvador!#42.5(6) Este estribillo divide el salmo en tres partes iguales, cada una con su aporte propio, pero también con los temas característicos de todo el poema: el abatimiento del salmista y la nostalgia de Dios y de su templo.
6 6 (7) Me siento muy desanimado.
Por eso pienso tanto en ti
desde la región del río Jordán,
desde los montes Hermón y Misar.#42.6(7) El monte Misar (o «monte insignificante»), de ubicación incierta. Quizá se trata de un monte cercano al Hermón, en la región donde nace el río Jordán (véase Índice de mapas).
7 7 (8) Se escucha en los precipicios
el eco atronador de tus cascadas;
los torrentes de agua que tú mandas
han pasado sobre mí.#42.7(8) Cf. Jon 2.3(4).
8 8 (9) De día el Señor me envía su amor,
y de noche no cesa mi canto
ni mi oración al Dios de mi vida.
9 9 (10) Le digo a Dios, mi defensor:
«¿Por qué me has olvidado?
¿Por qué tengo que andar triste
y oprimido por mis enemigos?»
10 10 (11) Hasta los huesos me duelen
por las ofensas de mis enemigos,
que a todas horas me preguntan:
«¿Dónde está tu Dios?»
11 11 (12) ¿Por qué voy a desanimarme?
¿Por qué voy a estar preocupado?
Mi esperanza he puesto en Dios,
a quien todavía seguiré alabando.
¡Él es mi Dios y Salvador!
Actualmente seleccionado:
Salmos 42: DHH94I
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Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.
Salmos 42
42
LIBRO II
(Sal 42—72)
Mi esperanza está en Dios#Salmos 42—43 Los salmos 42 y 43 forman un solo poema, como lo indica la repetición del mismo estribillo (42.5 [6],11 [12]; 43.5) y la presencia de otras expresiones que también se repiten (42.9 [10]; 43.2). Se trata de la súplica de un israelita piadoso (quizá un sacerdote o un levita) que se encuentra exiliado en un ambiente hostil y, sobre todo, lejos del templo de Jerusalén. Cf. Sal 63; 84.
1 (1) Del maestro de coro. Poemas de los hijos de Coré.#42.0(1) En tiempos de David, los hijos de Coré, es decir, sus descendientes (Nm 16; 26.9-11), pasaron a cumplir diversas funciones en el templo (1 Cr 6.37 [22]; 26.1). A ellos se les atribuyen los salmos 42—49, 84—85 y 87—88.
1 1 (2) Como ciervo sediento en busca de un río,
así, Dios mío, te busco a ti.
2 2 (3) Tengo sed de Dios, del Dios de la vida.#42.1-2(2-3) Sal 63.1(2); 143.6. Véase Señor en el Índice temático.
¿Cuándo volveré a presentarme ante Dios?#42.2(3) ¿Cuándo volveré a presentarme ante Dios?: Esta pregunta expresa el ardiente deseo de ver de nuevo el templo y participar de su culto. Otra posible traducción: ¿Cuándo iré a ver el rostro de Dios? Cf. Sal 27.4.
3 3 (4) Día y noche, mis lágrimas son mi alimento,
mientras a todas horas me preguntan:
«¿Dónde está tu Dios?»#42.3(4) «¿Dónde está tu Dios?»: Pregunta llena de sarcasmo, que se encuentra con frecuencia en labios de los paganos cuando los fieles del Señor padecen algún sufrimiento o pasan por alguna situación difícil. Cf. Sal 79.10; 115.2; Jl 2.17; Miq 7.10.
4 4 (5) Cuando pienso en estas cosas,
doy rienda suelta a mi dolor.
Recuerdo cuando yo iba con la gente,
conduciéndola al templo de Dios
entre gritos de alegría y gratitud.
¡Qué gran fiesta entonces!
5 5 (6) ¿Por qué voy a desanimarme?
¿Por qué voy a estar preocupado?
Mi esperanza he puesto en Dios,
a quien todavía seguiré alabando.
¡Él es mi Dios y Salvador!#42.5(6) Este estribillo divide el salmo en tres partes iguales, cada una con su aporte propio, pero también con los temas característicos de todo el poema: el abatimiento del salmista y la nostalgia de Dios y de su templo.
6 6 (7) Me siento muy desanimado.
Por eso pienso tanto en ti
desde la región del río Jordán,
desde los montes Hermón y Misar.#42.6(7) El monte Misar (o «monte insignificante»), de ubicación incierta. Quizá se trata de un monte cercano al Hermón, en la región donde nace el río Jordán (véase Índice de mapas).
7 7 (8) Se escucha en los precipicios
el eco atronador de tus cascadas;
los torrentes de agua que tú mandas
han pasado sobre mí.#42.7(8) Cf. Jon 2.3(4).
8 8 (9) De día el Señor me envía su amor,
y de noche no cesa mi canto
ni mi oración al Dios de mi vida.
9 9 (10) Le digo a Dios, mi defensor:
«¿Por qué me has olvidado?
¿Por qué tengo que andar triste
y oprimido por mis enemigos?»
10 10 (11) Hasta los huesos me duelen
por las ofensas de mis enemigos,
que a todas horas me preguntan:
«¿Dónde está tu Dios?»
11 11 (12) ¿Por qué voy a desanimarme?
¿Por qué voy a estar preocupado?
Mi esperanza he puesto en Dios,
a quien todavía seguiré alabando.
¡Él es mi Dios y Salvador!
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Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.