Salmos 50
50
SALMO 50 (49)
Dios es un juez justo#Salmo 50 En el estilo característico de las denuncias y de las exhortaciones proféticas, el Señor reprende a su pueblo por haber sido infiel a su alianza y le muestra en qué consiste la verdadera religiosidad. Cf. Dt 32.1-47; Miq 6.1-8.
1a (1a) Salmo de Asaf.#50.0(1a) Asaf es el antepasado de una familia de levitas que desempeñaban el oficio de cantores en el templo de Jerusalén (1 Cr 6.39 [24]). Se le atribuyen también los salmos 73—83.
1 1 (1b) El Señor, el Dios de los dioses,#50.1(1b) El Dios de los dioses: Esta es una forma hebrea de expresar el superlativo, como cuando se llama a Dios Rey de reyes y Señor de los señores. Por lo tanto, esta expresión no afirma ni niega nada acerca de la existencia o no existencia de otros dioses además del Señor. Cf. Dt 10.17; Jos 22.22; Sal 95.3; 136.2; Dn 2.47. Véase también Sal 97.7 n. ha hablado;
ha llamado a los que habitan la tierra
del oriente al occidente.
2Dios resplandece desde Sión,
la ciudad de belleza perfecta.#50.2 Sal 48.2(3); Lm 2.15.
3Nuestro Dios viene, pero no en silencio:
delante de él, un fuego destructor;
a su alrededor, una fuerte tormenta.#50.3 Ex 19.16-19; Dt 33.2; Jue 5.4-5; Sal 18.7-15(8-16).
4Desde lo alto, Dios llama al cielo y a la tierra
a presenciar el juicio de su pueblo:
5«Reúnan a los que me son fieles,
a los que han hecho una alianza conmigo
ofreciéndome un sacrificio.»#50.5 Alusión al sacrificio con que fue sellado el pacto del Sinaí (Ex 24.5-8).
6Y el cielo declara que Dios es juez justo.
7«Escucha, Israel, pueblo mío;
voy a poner las cosas en claro contigo.
¡Yo soy Dios! ¡Yo soy tu Dios!
8No te censuro por los sacrificios
y holocaustos que siempre me ofreces.
9No te pido becerros de tu ganado
ni machos cabríos de tus corrales,
10pues míos son todos los animales salvajes,
lo mismo que los ganados de las serranías;
11mías son las aves de las montañas
y todo lo que bulle en el campo.
12Si yo tuviera hambre, no te lo diría a ti,
pues el mundo es mío, con todo lo que hay en él.
13¿Acaso me alimento de carne de toros,
o bebo sangre de machos cabríos?
14¡Sea la gratitud tu ofrenda a Dios;
cumple al Altísimo tus promesas!#50.7-14 Sobre este tema importante, véase Sal 40.6(7) nota.
15Llámame cuando estés angustiado;
yo te libraré, y tú me honrarás.»
16Pero al malvado Dios le dice:
«¿Qué derecho tienes de citar mis leyes
o de mencionar mi alianza,
17si no te agrada que yo te corrija
ni das importancia a mis palabras?#Ro 2.21-22.
18Al ladrón lo recibes con los brazos abiertos;
¡te juntas con gente adúltera!
19Para el mal y para inventar mentiras
se te sueltan la lengua y los labios.
20Calumnias a tu hermano;
¡contra tu propio hermano lanzas ofensas!
21Todo esto has hecho, y me he callado;
pensaste que yo era igual que tú.
Pero voy a acusarte cara a cara,
¡voy a ajustarte las cuentas!
22»Entiendan bien esto, ustedes que olvidan a Dios,
no sea que empiece yo a despedazarlos
y no haya quien los libre:
23el que me ofrece su gratitud, me honra.
¡Yo salvo al que permanece en mi camino!»
Actualmente seleccionado:
Salmos 50: DHH94I
Destacar
Compartir
Copiar
¿Quieres guardar tus resaltados en todos tus dispositivos? Regístrate o Inicia sesión
Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.
Salmos 50
50
SALMO 50 (49)
Dios es un juez justo#Salmo 50 En el estilo característico de las denuncias y de las exhortaciones proféticas, el Señor reprende a su pueblo por haber sido infiel a su alianza y le muestra en qué consiste la verdadera religiosidad. Cf. Dt 32.1-47; Miq 6.1-8.
1a (1a) Salmo de Asaf.#50.0(1a) Asaf es el antepasado de una familia de levitas que desempeñaban el oficio de cantores en el templo de Jerusalén (1 Cr 6.39 [24]). Se le atribuyen también los salmos 73—83.
1 1 (1b) El Señor, el Dios de los dioses,#50.1(1b) El Dios de los dioses: Esta es una forma hebrea de expresar el superlativo, como cuando se llama a Dios Rey de reyes y Señor de los señores. Por lo tanto, esta expresión no afirma ni niega nada acerca de la existencia o no existencia de otros dioses además del Señor. Cf. Dt 10.17; Jos 22.22; Sal 95.3; 136.2; Dn 2.47. Véase también Sal 97.7 n. ha hablado;
ha llamado a los que habitan la tierra
del oriente al occidente.
2Dios resplandece desde Sión,
la ciudad de belleza perfecta.#50.2 Sal 48.2(3); Lm 2.15.
3Nuestro Dios viene, pero no en silencio:
delante de él, un fuego destructor;
a su alrededor, una fuerte tormenta.#50.3 Ex 19.16-19; Dt 33.2; Jue 5.4-5; Sal 18.7-15(8-16).
4Desde lo alto, Dios llama al cielo y a la tierra
a presenciar el juicio de su pueblo:
5«Reúnan a los que me son fieles,
a los que han hecho una alianza conmigo
ofreciéndome un sacrificio.»#50.5 Alusión al sacrificio con que fue sellado el pacto del Sinaí (Ex 24.5-8).
6Y el cielo declara que Dios es juez justo.
7«Escucha, Israel, pueblo mío;
voy a poner las cosas en claro contigo.
¡Yo soy Dios! ¡Yo soy tu Dios!
8No te censuro por los sacrificios
y holocaustos que siempre me ofreces.
9No te pido becerros de tu ganado
ni machos cabríos de tus corrales,
10pues míos son todos los animales salvajes,
lo mismo que los ganados de las serranías;
11mías son las aves de las montañas
y todo lo que bulle en el campo.
12Si yo tuviera hambre, no te lo diría a ti,
pues el mundo es mío, con todo lo que hay en él.
13¿Acaso me alimento de carne de toros,
o bebo sangre de machos cabríos?
14¡Sea la gratitud tu ofrenda a Dios;
cumple al Altísimo tus promesas!#50.7-14 Sobre este tema importante, véase Sal 40.6(7) nota.
15Llámame cuando estés angustiado;
yo te libraré, y tú me honrarás.»
16Pero al malvado Dios le dice:
«¿Qué derecho tienes de citar mis leyes
o de mencionar mi alianza,
17si no te agrada que yo te corrija
ni das importancia a mis palabras?#Ro 2.21-22.
18Al ladrón lo recibes con los brazos abiertos;
¡te juntas con gente adúltera!
19Para el mal y para inventar mentiras
se te sueltan la lengua y los labios.
20Calumnias a tu hermano;
¡contra tu propio hermano lanzas ofensas!
21Todo esto has hecho, y me he callado;
pensaste que yo era igual que tú.
Pero voy a acusarte cara a cara,
¡voy a ajustarte las cuentas!
22»Entiendan bien esto, ustedes que olvidan a Dios,
no sea que empiece yo a despedazarlos
y no haya quien los libre:
23el que me ofrece su gratitud, me honra.
¡Yo salvo al que permanece en mi camino!»
Actualmente seleccionado:
:
Destacar
Compartir
Copiar
¿Quieres guardar tus resaltados en todos tus dispositivos? Regístrate o Inicia sesión
Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.