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Salmos 56

56
SALMO 56 (55)
Confío en Dios y alabo su palabra#Salmo 56 Súplica individual, acompañada de repetidas expresiones de confianza en el Señor. Cf. Sal 3; 4; 27.
1 (1) Del maestro de coro, según la melodía de «La paloma de los dioses lejanos».#56.0(1) «La paloma de los dioses lejanos»: traducción poco segura; heb. oscuro. Otros traducen «La paloma enmudecida a lo lejos». Se trata probablemente del título de una canción con cuya melodía se entonaba el salmo. Véase Sal 22.0(1) n. Poema de David, cuando los filisteos lo capturaron en Gat.#56.0(1) Los pasajes de 1 S 21.10-15(11-16); 27; 29 se refieren a la permanencia de David entre los filisteos, pero allí no se dice que éstos lo capturaron en Gat.
1 1 (2) Ten compasión de mí, Dios mío,
pues hay gente que me persigue;
a todas horas me atacan y me oprimen.
2 2 (3) A todas horas me persiguen mis enemigos;
son muchos los que me atacan con altanería.#56.1-2(2-3) Los verbos hebreos sugieren la idea de un combate militar. Por eso se ha pensado que este salmo es la súplica de un rey atacado por enemigos extranjeros. Sin embargo, también podría tratarse de simples expresiones metafóricas.
3 3 (4) Cuando tengo miedo, confío en ti.
4 4 (5) Confío en Dios y alabo su palabra;
confío en Dios y no tengo miedo.
¿Qué me puede hacer el hombre?#56.3-4(4-5) Sal 118.5-6; Heb 13.6.,#56.4(5) El hombre, en hebreo Lit. la carne, término que pone de relieve la debilidad de los seres humanos, en contraste con el poder de Dios. Cf. Is 40.6-7.
5 5 (6) A todas horas me hieren con palabras;
solo piensan en hacerme daño.
6 6 (7) Andan escondiéndose aquí y allá,
siguiéndome los pasos,
esperando el momento de matarme.
7 7 (8) ¿Acaso escaparán de su propia maldad?
Oh, Dios, humilla a los pueblos con tu enojo.
8 8 (9) Tú llevas la cuenta de mis huidas;
tú recoges cada una de mis lágrimas.#56.8(9) Tú recoges cada una de mis lágrimas: Lit. mis lágrimas están recogidas en tu odre, es decir, en un trozo de cuero cosido de tal manera que puede contener ciertos líquidos, como el agua o el vino. Esta imagen audaz expresa el íntimo conocimiento que tiene Dios de la aflicción del salmista.
¿Acaso no las tienes anotadas en tu libro?#56.8(9) Tu libro: El salmista habla como si Dios fuera anotando en un libro las acciones buenas o malas de los hombres, con vistas al día del juicio (Dn 7.10; Mal 3.16; Ap 20.12; 21.27). Véanse Sal 69.28(29) n.; 139.16 n.
9 9 (10) Mis enemigos se pondrán en retirada
cuando yo te pida ayuda.
Yo sé muy bien que Dios está de mi parte.
10 10 (11) Confío en Dios y alabo su palabra;
confío en el Señor y alabo su palabra;
11 11 (12) confío en Dios y no tengo miedo.
¿Qué me puede hacer el hombre?
12 12 (13) Las promesas que te hice, oh Dios,
te las cumpliré con alabanzas,
13 13 (14) porque me has salvado de la muerte,
porque me has librado de caer,
a fin de que yo ande en la luz de la vida,#56.13(14) La luz de la vida: en oposición al sheol o morada de los muertos, que es el país de la oscuridad y las tinieblas (Job 10.21-22). Véase Sal 6.5(6) n.
en la presencia de Dios.

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Salmos 56: DHH94I

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