Cantares 8
8
1¡Ojalá fueras tú un hermano mío,#8.1 ¡Ojalá fueras tú un hermano mío...!: La joven desearía abrazar a su amado públicamente, pero las severas costumbres de la época solo permitían dar esas pruebas de afecto a un pariente cercano.
criado a los pechos de mi madre!
Así, al encontrarte en la calle,
podría besarte y nadie se burlaría de mí;
2podría llevarte a la casa de mi madre,
te haría entrar en ella,
y tú serías mi maestro.#8.2 Y tú serías mi maestro: Lit. y tú me enseñarías, se sobreentiende, los secretos y encantos del amor.
Yo te daría a beber del mejor vino
y del jugo de mis granadas.
3¡Que ponga él su izquierda bajo mi cabeza,
y que con su derecha me abrace!#Cnt 2.6.
Él
4Prométanme, mujeres de Jerusalén,
no interrumpir el sueño de mi amor.
¡Déjenla dormir hasta que quiera despertar!#Cnt 2.7; 3.5.
Sexto canto
Coro
5¿Quién es esta que viene del desierto,#Cnt 3.6.
recostada en el hombro de su amado?
Él
Bajo un manzano interrumpí tu sueño:
allí donde tu madre tuvo dolores;
allí donde tu madre te dio a luz.
Ella
6Llévame grabada#8.6 Grabada: Lit. como un sello. Los sellos se hacían de metal o de piedra y servían para certificar la autenticidad de un documento escrito. El propietario llevaba su sello como anillo (Jer 22.24) o atado al cuello (Gn 38.18), y no se separaba de él por ningún motivo (cf. Hag 2.23). en tu corazón,
¡llévame grabada en tu brazo!
El amor es inquebrantable como la muerte;
la pasión,#8.6 La pasión: La palabra hebrea suele traducirse por celos; pero como este término tiene algunas connotaciones negativas, es preferible la traducción aquí propuesta, máxime si se tiene en cuenta el paralelismo con la palabra amor (véase la Introducción a los Salmos [2]). inflexible como el sepulcro.#8.6 Sepulcro: heb. sheol, o reino de los muertos. Véase Sal 6.5(6) n.
¡El fuego ardiente del amor
es una llama divina!#8.6 Llama divina: Lit. llama de Yah, abreviación del nombre divino Yahvé, que en esta versión se traduce por el Señor (véase Ex 3.15 n.). Nótese asimismo que el nombre de Dios, puesto al lado de un sustantivo, tiene a veces en el AT un valor de superlativo (véase Gn 1.2 nota), y por eso algunos proponen la traducción llama ardiente. Otros, en cambio, traducen por rayo, ya que éste es el sentido que tiene algunas veces la expresión fuego de Dios (cf. 2 R 1.12).
7El agua de todos los mares#8.7 El agua de todos los mares: alusión a las aguas del océano primordial (véase Gn 1.2 nota), que en algunos textos del AT aparecen asociadas a la muerte (cf. 2 S 22.5-6,17; Sal 18.4-5[5-6],16[17]; Jon 2.2-3). De ahí la conexión de esta frase con las del v. anterior.
no podría apagar el amor;
tampoco los ríos podrían extinguirlo.
Si alguien ofreciera todas sus riquezas
a cambio del amor,
burlas tan solo recibiría.#8.7 En el antiguo Israel los matrimonios se arreglaban entre las familias y el novio debía pagar una dote (cf. Gn 34.12). Algunos ven aquí una crítica a esta costumbre, que subordinaba el amor a los intereses familiares.
Coro
8Nuestra hermanita no tiene pechos.#8.8 La expresión no tiene pechos alude a la juventud de la hermanita. De ahí la necesidad de protegerla (v. 9).
¿Qué vamos a hacer con ella
cuando vengan a pedirla?
9Si fuera una muralla,
construiríamos sobre ella almenas de plata;
si fuera una puerta,
la recubriríamos con tablas de cedro.
Ella
10Yo soy como una muralla,
y mis pechos como torres.
Por eso, a los ojos de él,
ya he encontrado la felicidad.
11Salomón tenía un viñedo en Baal-hamón.#8.11 Baal-hamón: sitio no identificado, cuyo nombre significa dueño de riqueza.
Lo dejó al cuidado de unos guardianes,
que al llegar la cosecha le entregaban
mil monedas de plata cada uno.
12Las mil monedas son para ti, Salomón,
y doscientas para los guardianes;
¡yo cuido mi propia viña!#8.11-12 Las mil monedas podrían aludir al harén del rey Salomón (cf. 1 R 11.3) y los guardianes serían los eunucos encargados de cuidarlo (cf. Est 2.3,14). En abierto contraste con esto, el joven confiesa el intenso amor que lo une a su única amada (mi propia viña, véase Cnt 1.6 n.).
Él
13¡Déjame oír tu voz,
oh reina de los jardines!
¡Nuestros amigos esperan escucharla!
Ella
14¡Corre, amado mío,
corre como un venado,
como el hijo de una gacela#8.14 En este libro, se compara al joven varias veces con el venado (cf. 2.9,17) y a la mujer con una gacela (cf. 4.5; 7.3[4]), por la vitalidad y esbeltez de estos animales.
sobre los montes llenos de aromas!
Actualmente seleccionado:
Cantares 8: DHH94I
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Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.
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1¡Ojalá fueras tú un hermano mío,#8.1 ¡Ojalá fueras tú un hermano mío...!: La joven desearía abrazar a su amado públicamente, pero las severas costumbres de la época solo permitían dar esas pruebas de afecto a un pariente cercano.
criado a los pechos de mi madre!
Así, al encontrarte en la calle,
podría besarte y nadie se burlaría de mí;
2podría llevarte a la casa de mi madre,
te haría entrar en ella,
y tú serías mi maestro.#8.2 Y tú serías mi maestro: Lit. y tú me enseñarías, se sobreentiende, los secretos y encantos del amor.
Yo te daría a beber del mejor vino
y del jugo de mis granadas.
3¡Que ponga él su izquierda bajo mi cabeza,
y que con su derecha me abrace!#Cnt 2.6.
Él
4Prométanme, mujeres de Jerusalén,
no interrumpir el sueño de mi amor.
¡Déjenla dormir hasta que quiera despertar!#Cnt 2.7; 3.5.
Sexto canto
Coro
5¿Quién es esta que viene del desierto,#Cnt 3.6.
recostada en el hombro de su amado?
Él
Bajo un manzano interrumpí tu sueño:
allí donde tu madre tuvo dolores;
allí donde tu madre te dio a luz.
Ella
6Llévame grabada#8.6 Grabada: Lit. como un sello. Los sellos se hacían de metal o de piedra y servían para certificar la autenticidad de un documento escrito. El propietario llevaba su sello como anillo (Jer 22.24) o atado al cuello (Gn 38.18), y no se separaba de él por ningún motivo (cf. Hag 2.23). en tu corazón,
¡llévame grabada en tu brazo!
El amor es inquebrantable como la muerte;
la pasión,#8.6 La pasión: La palabra hebrea suele traducirse por celos; pero como este término tiene algunas connotaciones negativas, es preferible la traducción aquí propuesta, máxime si se tiene en cuenta el paralelismo con la palabra amor (véase la Introducción a los Salmos [2]). inflexible como el sepulcro.#8.6 Sepulcro: heb. sheol, o reino de los muertos. Véase Sal 6.5(6) n.
¡El fuego ardiente del amor
es una llama divina!#8.6 Llama divina: Lit. llama de Yah, abreviación del nombre divino Yahvé, que en esta versión se traduce por el Señor (véase Ex 3.15 n.). Nótese asimismo que el nombre de Dios, puesto al lado de un sustantivo, tiene a veces en el AT un valor de superlativo (véase Gn 1.2 nota), y por eso algunos proponen la traducción llama ardiente. Otros, en cambio, traducen por rayo, ya que éste es el sentido que tiene algunas veces la expresión fuego de Dios (cf. 2 R 1.12).
7El agua de todos los mares#8.7 El agua de todos los mares: alusión a las aguas del océano primordial (véase Gn 1.2 nota), que en algunos textos del AT aparecen asociadas a la muerte (cf. 2 S 22.5-6,17; Sal 18.4-5[5-6],16[17]; Jon 2.2-3). De ahí la conexión de esta frase con las del v. anterior.
no podría apagar el amor;
tampoco los ríos podrían extinguirlo.
Si alguien ofreciera todas sus riquezas
a cambio del amor,
burlas tan solo recibiría.#8.7 En el antiguo Israel los matrimonios se arreglaban entre las familias y el novio debía pagar una dote (cf. Gn 34.12). Algunos ven aquí una crítica a esta costumbre, que subordinaba el amor a los intereses familiares.
Coro
8Nuestra hermanita no tiene pechos.#8.8 La expresión no tiene pechos alude a la juventud de la hermanita. De ahí la necesidad de protegerla (v. 9).
¿Qué vamos a hacer con ella
cuando vengan a pedirla?
9Si fuera una muralla,
construiríamos sobre ella almenas de plata;
si fuera una puerta,
la recubriríamos con tablas de cedro.
Ella
10Yo soy como una muralla,
y mis pechos como torres.
Por eso, a los ojos de él,
ya he encontrado la felicidad.
11Salomón tenía un viñedo en Baal-hamón.#8.11 Baal-hamón: sitio no identificado, cuyo nombre significa dueño de riqueza.
Lo dejó al cuidado de unos guardianes,
que al llegar la cosecha le entregaban
mil monedas de plata cada uno.
12Las mil monedas son para ti, Salomón,
y doscientas para los guardianes;
¡yo cuido mi propia viña!#8.11-12 Las mil monedas podrían aludir al harén del rey Salomón (cf. 1 R 11.3) y los guardianes serían los eunucos encargados de cuidarlo (cf. Est 2.3,14). En abierto contraste con esto, el joven confiesa el intenso amor que lo une a su única amada (mi propia viña, véase Cnt 1.6 n.).
Él
13¡Déjame oír tu voz,
oh reina de los jardines!
¡Nuestros amigos esperan escucharla!
Ella
14¡Corre, amado mío,
corre como un venado,
como el hijo de una gacela#8.14 En este libro, se compara al joven varias veces con el venado (cf. 2.9,17) y a la mujer con una gacela (cf. 4.5; 7.3[4]), por la vitalidad y esbeltez de estos animales.
sobre los montes llenos de aromas!
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Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.