No hablo de todos vosotros; yo conozco a los que he escogido; pero es para que se cumpla la Escritura: «EL QUE COME MI PAN HA LEVANTADO CONTRA Mí SU CALCAÑAR». Os lo digo desde ahora, antes de que pase, para que cuando suceda, creáis que yo soy. En verdad, en verdad os digo: el que recibe al que yo envíe, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
Habiendo dicho Jesús esto, se angustió en espíritu, y testificó y dijo: En verdad, en verdad os digo que uno de vosotros me entregará. Los discípulos se miraban unos a otros, y estaban perplejos sin saber de quién hablaba. Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba a la mesa reclinado en el pecho de Jesús. Por eso Simón Pedro le hizo* señas, y le dijo*: Dinos de quién habla. Él, recostándose de nuevo sobre el pecho de Jesús, le dijo*: Señor, ¿quién es? Entonces Jesús respondió*: Es aquel a quien yo daré el bocado que voy a mojar. Y después de mojar el bocado, lo tomó* y se lo dio* a Judas, hijo de Simón Iscariote. Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo*: Lo que vas a hacer, hazlo pronto. Pero ninguno de los que estaban sentados a la mesa entendió por qué le dijo esto. Porque algunos pensaban que como Judas tenía la bolsa del dinero, Jesús le decía: Compra lo que necesitamos para la fiesta, o que diera algo a los pobres. Y Judas, después de recibir el bocado, salió inmediatamente; y ya era de noche.
Entonces, cuando salió, Jesús dijo*: Ahora esglorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en Él. Si Dios es glorificado en Él, Dios también le glorificará en sí mismo, y le glorificará enseguida. Hijitos, estaré con vosotros un poco más de tiempo. Me buscaréis, y como dije a los judíos, ahora también os digo a vosotros: adonde yo voy, vosotros no podéis ir. Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; que como yo os he amado, así también os améis los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos a los otros.
Simón Pedro le dijo*: Señor, ¿adónde vas? Jesús respondió: Adonde yo voy, tú no me puedes seguir ahora, pero me seguirás después. Pedro le dijo*: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora mismo? ¡Yo daré mi vida por ti! Jesús le respondió*: ¿Tu vida darás por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo sin que antes me hayas negado tres veces.