Inclina, oh SEÑOR, tu oído y respóndeme, porque estoy afligido y necesitado. Guarda mi alma, pues soy piadoso; tú eres mi Dios; salva a tu siervo que en ti confía. Ten piedad de mí, oh Señor, porque a ti clamo todo el día. Alegra el alma de tu siervo, porque a ti, oh Señor, elevo mi alma. Pues tú, Señor, eres bueno y perdonador, abundante en misericordia para con todos los que te invocan.
Leer Salmo 86
Compartir
Comparar todas las versiones: Salmo 86:1-5
¡Guarda versículos, lee sin conexión, mira videos didácticos y más!
Inicio
Biblia
Planes
Videos